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El estudio incluyó a 30 fincas de ganaderos-socios de la Cooperativa Neuland, con monitoreos de cámaras "trampa" durante más de un año en las reservas forestales y cortinas rompevientos, requeridas legalmente, además en zonas de pasturas y tajamares.
Se obtuvo un total de 18.000 registros de mamíferos de 29 especies, según la bióloga Laura Villalba, de Wildlife Conservation Society (WCS) Paraguay, durante el lanzamiento de la guía “Principales mamíferos del Chaco Central”.
Dijo que fuera del Chaco se habla mucho de la “mancha blanca”, referente a la imagen satelital del Chaco Central, y que la transformación de bosques en campos de producción es la principal causante de la disminución de la fauna silvestre. “Pero estudios en otros países y experiencias han demostrado que, entre todas las actividades productivas, al final la ganadería es la más amigable con la naturaleza”, dijo.
Aseveró que el sector productivo puede todavía sustentar especies silvestres, con buenas prácticas, como por ejemplo mantener en forma continua las reservas forestales y cortinas rompevientos, para que funcionen como corredores biológicos. Villalba afirmó que el estudio es una prueba de que el ganadero no solamente se preocupa de la producción, sino también de la vida silvestre.
El ingeniero Juan Ángel Brusquetti (WCS-Paraguay) afirmó que “si no hay producción, va a ser difícil la conservación. Para nosotros fue una sorpresa muy agradable la densidad de la vida silvestre todavía presente en la zona".
Por su parte, el presidente de la Cooperativa Neuland, Heinz Alfred Bartel, destacó la buena colaboración de los ganaderos-socios, porque entienden que la producción debe ser sostenible.
El estudio fue realizado en el marco del proyecto “Alianza para el desarrollo sostenible”, integrado por WCS-Paraguay, Neuland, USAID (principal fuente de financiación) y otros, además del contexto de la licencia ambiental otorgada en mayo pasado a Neuland. El estudio seguirá con una segunda etapa, profundizando los datos adquiridos ahora.