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Esa noble fruta que yace desparramada a montones en las veredas asuncenas durante el verano paraguayo, finalmente, encontró un fin distinto al molestoso desperdicio, de terminar en la basura.
Ya desde hace un par de años, la Municipalidad de Asunción viene desarrollando la iniciativa de recolectar los frutos en toda la capital, recorriendo con un “mangomóvil”, trabajo que permitió que una mayor cantidad de frutos fueran recogidos antes de terminar podridos y generando suciedad.
Ahora, los funcionarios de la Municipalidad trascendieron a la simple tarea de recoger los mangos e idearon una manera de darles utilidad a la fruta, adhiriéndola como un nuevo ingrediente para una también noble y amada bebida: la cerveza.
Rodrigo Velázquez, director de Servicios Urbanos, explicó que la idea partió de los funcionarios que recolectaban la fruta de las calles, y se concretó a través de una alianza público-privada que hoy permite que la empresa Delicatessen fabrique los primeros 1.000 litros de cerveza artesanal producida a partir de 200 kilogramos de mango.
Si bien por el momento aún no está establecido el precio de la bebida, así como tampoco la presentación y la marca, este viernes se hizo el lanzamiento de la iniciativa, que muestra el fruto de un par de años de trabajo.
El proceso consiste en la clasificación, separación y reciclado de frutos que son normalmente tirados, y hoy tienen una utilidad mejor. Así, se convierte en una original bebida lo que hasta ahora era un problema en temporada veraniega.
Todo lo que se recaude con las ventas del producto será destinado a financiar cursos de gastronomía para funcionarios e hijos de funcionarios de escasos recursos, en el Instituto O’Hara.
El director de Servicios Urbanos de la Municipalidad, Rodrigo Velázquez, rescató el hecho de que con 200 kilos de mango se sacaron mil litros de cerveza, por lo que, si se utilizaran las 2.500 toneladas que se tiran en Asunción, “podríamos proveer de cerveza a todo el país”, resaltó el funcionario.
“La idea es proveer a distintos comercios de este producto, y con todo lo que se recaude se pueda capacitar cada vez a más barranderas, más jornaleros, más funcionarios de escasos recursos que tengan interés en el área de gastronomía”, señaló Rodrigo Velázquez.
Ahora se están evaluando los costos y la zona donde se va a comenzar la venta de la bebida. Además, se está definiendo la presentación que tendrá el producto.
“El costo depende de lo que costaría el curso de gastronomía. Además, queremos que la producción vaya en aumento. Este año hubo menos mangos”, añadió el director de Servicios Urbanos.