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El Círculo Paraguayo de Médicos responsabiliza directamente a la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA, de no expedirse sobre el asunto, dilatando el resultado del sumario, situación que beneficia a Rodríguez Andersen, quien sigue percibiendo un salario sin prestar servicios en la FCM, refiere parte del comunicado.
La indefinición a criterio del CPM supone una doble victimización de la denunciante, quien se vio obligada a abandonar sus estudios, mientras el denunciado apela a artimañas judiciales para dilatar el proceso en su contra.
Para el círculo, al menos por ética Rodríguez Andersen debió ser el primer interesado en esclarecer la denuncia en su contra, colaborando con la investigación, pero su actitud denigra a los estudiantes y al gremio médico, con el agravante de que se trata de una persona encargada de formar futuros médicos.
Tanto Gustavo Rodríguez Andersen como otros cuestionados docentes de Medicina UNA, apelaron a la justicia ordinaria para frenar los sumarios administrativos, por numerosas irregularidades denunciadas durante la revuelta estudiantil, bajo el lema #UnaNoTeCalles.
Con el sumario detenido, los funcionarios incluso podrían plantear ante el consejo la posibilidad de retornar a sus cargos como docentes, y en el caso de Rodríguez Andersen implicaría estar cara a cara con los alumnos que lo denunciaron por acoso.