Cargando...
Tanto el Ministro del MEC, Eduardo Petta, como el viceministro del MUVH, Julio Samaniego, coincidieron en mencionar los montos de dinero que invierte el Gobierno en la compra de los materiales tradicionales, negando que haya preferencia para los prefabricados. Atribuyen a una desinformación la postura de los manifestantes, pero de todos modos se dijeron dispuestos a sentarse a hablar.
“La situación realmente es que estamos revirtiendo en favor de los oleros para la fabricación de materiales tradicionales”, indicó Samaniego a ABC TV, mencionando que ahora “revirtieron” la situación que se daba anteriormente, en la que en el MUVH se “daba preferencia a las viviendas con materiales prefabricados”, y ahora dispusieron “revertir ese orden, en el sentido de darle un 100% de preferencia a la industria nacional”.
Estos mismos argumentos les repitió el viceministro a los manifestantes frente al MUVH, agregando que las casas prefabricadas fueron construidas durante el gobierno anterior.
“Queremos sentarnos a dialogar y darle la tranquilidad de que la producción de ellos va a ser adquirida por los contratistas”, insistió Samaniego. En cuanto a las cifras, dijo que se estima se invierten desde el gobierno unos US$ 7.500.000 anuales para viviendas, que al ser preferentemente hechas con materiales tradicionales, deben de llegar a este sector.
Solamente este año, estiman que se destinarán entre 3 millones y 3,5 millones de dólares para el sector, y eso es lo que quieren comunicarle a los manifestantes.
Por su parte, el ministro Petta utilizó su cuenta en Twitter para mostrar los números. Destacó que el MEC presupuestó para este año “G. 604.624.539.881 para obras con material cocido o cerámica, y otros G. 20.000 millones de la Unión Europea”. También señaló que, en contrapartida, son G. 15.000 millones la suma destinada a aulas prefabricadas.
Oleros y ceramistas de Tobatí, Itauguá, Ypacaraí, Limpio, Ciudad del Este y Coronel Bogado se manifiestan en la Capital denunciando que supuestamente el Gobierno privilegia los productores de materiales prefabricados y exigen que el 100% de los materiales que compre el Estado sean tradicionales.