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Así lo informó el jefe del Departamento de Pronósticos de la Dirección de Meteorología, Víctor Álvarez, quien nos explicó que en las dos primeras semanas de enero habíamos llegado a registrar 38° centígrados en la región oriental. Más que esta semana, cuando llegamos a los 37°.
Sin embargo, la diferencia es que en el primer mes del año se trataba de calor seco, mientras que esta semana de febrero las altas temperaturas se sintieron con mayor intensidad, debido a la elevada humedad, que generó sensaciones térmicas de hasta 46° centígrados.
Es por eso que, si bien no superamos el pico de calor en cuanto a temperatura, no se exagera al decir que fue la semana más calurosa del año en términos de sensación térmica.
Incluso, el pronosticador agregó que los últimos días podrían definirse como los más calurosos de los últimos años. Esto, a causa del Fenómeno de El Niño, que provoca que nuestro aire esté mucho más húmedo de lo normal.
En la región del Chaco paraguayo, incluso se llegó a temperaturas de hasta 41°.
El dato positivo es que a partir de mañana sábado, las probabilidades de lluvias importantes van en aumento. Las precipitaciones vendrán del sur, por lo que podremos tenerlas ya incluso esta madrugada, según Víctor Álvarez.
Las lluvias que se pronostican serán un poco más significativas en relación a los últimos chaparrones que se fueron dando, por lo que se prevé que aplacarán el calor sobre todo en la región oriental.
“Seguirá haciendo calor, pero al menos las temperaturas podrían menguar”, señaló el pronosticador.
Las precipitaciones que lleguen a partir de mañana se extenderían por toda la semana que viene, con intervalos de mejoramiento temporal.
Un factor positivo de la intensa radiación solar que trae el calor es que el agua de las regiones inundadas se está evaporando bastante, aunque el pronosticador adelantó que las lluvias más generalizadas llegarán a partir de marzo, cuando se comenzaría a sentir de vuelta la riada.