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“Acá se violaron muchas cosas y lo más importante fue la violación de la Constitución Nacional, la cual establece el derecho a la defensa. Nunca fuimos llamados a ninguna audiencia”, dijo el uniformado desde el Departamento Judicial de la Policía, donde permanece junto con otros cuatro de sus camaradas tras su detención, informó radio ABC Cardinal.
El uniformado relató que la noche del 10 de abril de este año se produjo el roce entre una motocicleta y un automóvil conducido por Antonio Augusto Álvarez Núñez (34), hijo del juez camarista de Paraguarí Antonio Álvarez Alvarenga. “Nosotros le detuvimos para identificarlo y cuando se bajó esta persona se burla de nosotros”, expuso. Además, se negó a identificarse.
“Nosotros hicimos el procedimiento en fecha y forma e informamos al fiscal Emilio Fúster y después nos encontramos con la sorpresa de nuestra orden de captura, imputación y detención. Pidieron nuestra remisión a (la penitenciaría) Emboscada, como cualquier criminal”.
Consternado por lo que ocurre con él y sus compañeros -el oficial 2º Guillermo Rafael Torres, el suboficial 1º Francisco Javier Giménez, el suboficial 1º Julvio Cubas Cartamán y el suboficial 2º Víctor Abel Vallejos- expresó: “La institución policial está siendo avasallada; solo hicimos nuestro trabajo”.
Sostuvo que, de momento, recibieron el respaldo de todos sus camaradas y superiores, tanto el comandante de Policía como el ministro del Interior, Francisco de Vargas. “Estamos en manos de la justicia; confío en la justicia, y confío en la prensa y la ciudadanía, y espero el apoyo incondicional para salir de acá. Pasamos el Día del Padre tras las rejas”.
Los propios agentes intervinientes registraron el procedimiento con sus teléfonos celulares, imágenes en las que se aprecia que Antonio Augusto se resistió a la revisión y que empezó a amenazar a los agentes. Estos videos fueron copiados en un disco compacto y adjuntados al acta de procedimiento que fueron enviados esa misma noche al fiscal Fúster, aseguró el oficial Espínola.
Llamativamente, Fúster fue apartado de la investigación justamente cuando iba a imputar por resistencia al hijo del camarista, por decisión del fiscal adjunto, Édgar Moreno, y designó a la fiscala Stella Mary Cano, que dejó impune al demorado y, en cambio, imputó por coacción grave a cinco de los policías que participaron del procedimiento.