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El deseo de fundirse en un abrazo, de compartir una cena con los seres queridos y rememorar buenos momentos hace que miles de compatriotas crucen literalmente cielo, mar y tierra para ese encuentro tan añorado, pues ese es el significado de la navidad para muchas personas, sin importar las diferentes creencias religiosas.
Terminales repletas de gente con distintos tipos de bolsos, sobrecargada saliendo presurosa del trabajo, haciendo fila, escala o comprando boletos ansiosa, es parte del escenario recurrente en paradas, terminales y aeropuertos cada 24 de diciembre, víspera de la navidad, día en que se recuerda el nacimiento del niño Jesús, para los cristianos.
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Este es un fragmento del relato de una familia encabezada por Liz Giménez, oriunda de Carapeguá y Marcos Shahtebek de Asunción, en compañía de hijos Santiago, Danilo y Adrián.
Marcos, el padre, fue quien compartió su experiencia sobre lo que tuvieron que atravesar desde el viernes para estar en su patria querida el día de hoy.
El padre de familia cuenta lo que recorrieron y lo lentos que estaban los trámites en la aduana con el factor en contra del cansancio y las ganas ya de llegar.
“El auto ya marca 1.047 de kilometraje, luego de tres paradas cargando combustible y más dos de 20 minutos para uso de baño y alimentarse. Se puede viajar hasta Paraguay manejando de a dos, pero se viaja seguido: toda la noche y parte del día; mientras uno descansa, el otro sigue el viaje.
Salimos de casa a las 17:40, ubicada en el barrioVilla Linch de la ciudad San Martín, provincia de Buenos Aires. Imaginate, llegamos a las 9:43 aquí (cerca de la Aduana Argentina y aún tenemos como 304 kilometros de cola de auto. A las 13:00, recién vamos como la mitad de cola para llegar a la Aduana y cruzar el puente.
Un caos de tránsito, más aún un día viernes, mortal. Nunca tardé tanto para cruzar hermano. Por Clorinda era mejor, dicen que es como 300 kilómetros menos y mejor la ruta, pero se pierde más tiempo en pasar.
A paso de hormiga transitamos para llegar a migraciones y cruzar al lado paraguayo: compatriotas: hombres, mujeres y niños desde la mañana del sábado están esperando, es inexplicable la lentitud en los trámites”, señala.
Con el tradicional chipá o una milanesa de compañía han seguido su camino y el contacto con ellos, por momentos. Cuando ese contacto se pierde es señal de que ya están del lado paraguayo. Este es solo un pequeño fragmento ilustrativo de lo que han atravesado quizás muchos compatriotas, algunos parados en los buses abarrotados y tras largos recorridos quizás, para el tan añorada reunión familiar y el retorno a casa en navidad.