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Una comitiva fiscal encabezada por la agente Sara Torres, intervino la fundación Itá Enramada, ubicada en el barrio del mismo nombre, en el límite entre Asunción y Lambaré, a raíz de una serie de denuncias que realizaron los vecinos, quienes reportaron que en el lugar se acumulaban desechos tóxicos que causaba daños a las cuencas hídricas de las periferias, según informó el periodista de ABC Color, Oscar López.
En el lugar se encontraba el encargado de la fundación, Rubén Figueredo, quien podría ser imputado por manipulación indebida de desechos. Los intervinientes constataron la existencia de 350 tambores y una cantidad innumerable de bidones conteniendo desechos tecnológicos, patológicos y químicos, como pilas, baterías para celulares y jeringas; además de medicamentos vencidos de uso exclusivo del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social y del Instituto de Previsión Social.
La fiscal dispuso que todos los desechos sean trasladados por los funcionarios de las dos muncipalidades de Asunción y Lambaré. Consultado el encargado de la fundación respecto a las denuncias, indicó que “no tiene problemas de ir detenido, porque la gente buena nomás se va presa” y afirma que él siempre denunció que en el lugar se acumulaban desechos y que ninguna de las dos municipalidades se ocupó de los mismos.
Técnicos de la Secretaría del Ambiente, presentes también en la intervención, explicaron que la fundación no contaba con licencia ambiental y ningún tipo de permiso para acumular ese tipo de desechos.