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El juez de Sentencia de Filadelfia, Amado Arsenio Yuruhan, señaló que 78% de los condenados tiene que ver con el tráfico de drogas y la mitad de ellos mismos son adictos a la droga. Dijo que el consumo de droga atraviesa todas las clases sociales y en el Chaco, hasta las comunidades indígenas se drogan. “Es un vicio que está matando a todos, a todo el país”, apuntó.
Estas palabras las dijo durante la primera jornada sobre justicia restaurativa en adolescentes, organizada por el Departamento de Seguridad Interna de la Asociación Civil Chortitzer Komitee y que contó con la participación de ministros de la Corte Suprema de Justicia, jueces, fiscales, abogados, policías, trabajadores sociales, mediadores, teólogos y estudiantes.
El ministro de la Corte Suprema de Justicia Sindulfo Blanco acentuó que la justicia y los valores deben comenzar en casa, en el seno de la familia, y esto se ha perdido hoy. Tanto Blanco como la ministra Miriam Peña admitieron que el sistema penal genera ganadores y perdedores; no regenera ni recupera. Peña felicitó a los organizadores del evento, porque fortalecer la justicia restaurativa beneficiará a la sociedad y a todo el país.
Admitió que la justicia ordinaria puede generar orden, aplicando la ley, pero no la paz ni armonía. “La justicia restaurativa es menos dañina, más eficaz, menos forzosa y sobre todo más humana”, dijo.
El pastor Eduardo Friesen explicó que la justicia restaurativa es una antigua idea de la Biblia, que busca una sociedad en convivencia y que cada hecho punible, en primer lugar, es un pecado ante Dios y después una infracción ante la ley.
Alex Thiessen, de la Seguridad Interna de la Asociación Civil Chortitzer Komitee, indicó que es oportuno profundizar la justicia restaurativa, que caracteriza a gran parte de la población chaqueña, contribuyendo a una cultura que busca restaurar entre víctimas y victimarios, buscando la paz y convivencia armónica, sin influir en el sistema penal. También habló el juez penal Adolescente Camilo Torres y la fiscala de la Niñez y Adolescencia Monalisa Muñoz de Lovera.
La justicia restaurativa busca ser reparadora o compasiva, mirando las necesidades tanto de las víctimas como de los responsables de un hecho punible, dejando afuera o en un plano secundario el castigo legal. Intenta evitar estigmatizar a las personas que han cometido un delito, especialmente a los adolescentes. La justicia reparadora requiere un trabajo conjunto de especialistas, mediadores, defensores, policía, fiscales y religiosos.
Según un estudio de la Corte Suprema de Justicia (2015), el 31% de la población paraguaya es menor a 15 años. Gran parte de ellos tienen acceso a la educación, vive en familias, participa en movimientos estudiantiles, etc. Otro creciente grupo de adolescentes no tiene acceso o sufre la interrupción de los derechos básicos. Vive en un seno familiar roto, sus familias se desplazan a zonas rurales en busca de mejores horizontes y los niños muchas veces crecen sin acompañamiento y se inician tempranamente en el mundo delictivo.