Carencia de honorabilidad

El sistema judicial tropieza desde su inicio. La corrupción, y, en especial, la falta de la tan afamada “honorabilidad” se detectan desde el comienzo de la carrera de Derecho hasta en las acciones de los propios miembros de la Corte.

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En un comunicado, el Colegio de Abogados del Paraguay hizo un análisis del sistema judicial en el país, salpicado últimamente por las denuncias contra el ministro de la Corte Suprema de Justicia, Raúl Torres Kirmser, cuyos hijos eran “planilleros” del Palacio de Justicia.

“Parecería mucho lo que se exige a un ciudadano paraguayo que desea integrar nuestra Corte Suprema de Justicia. Además de su nacionalidad, la edad mínima, un título universitario de Doctor en Derecho, 10 años, cuanto menos, del ejercicio de la profesión, la magistratura o la cátedra universitaria en materia jurídica y la tan afamada ‘notoria honorabilidad’. Pero no es así”, comienza el escrito, dado a conocer este miércoles.

Señala que, para empezar, existe un sistema educativo donde los títulos de abogacía son industrializados. Según la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (ANEAES), 54 universidades públicas y privadas están registradas con un marco legal de aprobación para su funcionamiento. Pero entre estas 54 universidades, 8 (15%) son públicas y 46 (85%) privadas, de las cuales, sólo 2 funcionaron en el país entre finales del siglo XIX y comienzos del XX. A finales del siglo XX se crearon 18 (33%) y a comienzo del presente las demás 35 (65%). De entre estas últimas, 23 (64%) fueron creadas entre el 2006 y 2009. Del total de universidades registradas, sólo 14 (26%) están acreditadas y de la lista de 78 carreras de Derecho, sólo 22 (40%). Obtener el título de abogado no representa, pues, mayor problema, por no decir mérito.

Tener un título en derecho tampoco es un inconveniente, expresa el colegiado. Resalta que existen innumerables denuncias de plagio de tesis doctorales, como otras irregularidades para ser “doctor”, son el pan diario en la profesión.

Puntualiza además que la corrupción y el tráfico de influencia en el Consejo de la Magistratura, institución encargada de la selección de la terna para jueces y fiscales, son también de público conocimiento, acota.

Atendiendo la realiza académica y profesional para acceder a la Corte Suprema, el gremio de abogados sostiene que lo único que queda es la “honorabilidad” de la persona, aquello que se aprende en la casa, en la familia. “Pero esto no es así”, y recuerdan las denuncias de ABC Color contra el ministro Torres Kirmser.

“¿Es el actuar del ministro José Raúl Torres Kirmser, con la incorporación de sus hijos a puestos pagados sin la retribución del servicio, un proceder acorde a esa honorabilidad de la que debe hacer gala como miembro de la máxima instancia judicial? ¿Puede el ministro José Raúl Torres Kirmser caminar por las calles de este país, con el saco al hombro, gozando del reconocimiento público que teóricamente implica su cargo?”, son los cuestionamientos del colegiado, en su extenso comunicado.

Por todo lo expuesto, el Colegio de Abogados del Paraguay exige que los ministros de la Corte en particular, y los magistrados, agentes fiscales y defensores públicos en general, honren con su actuar honorable en todas las facetas de su vida pública, la alta responsabilidad de administrar justicia, representar a la sociedad y defender los derechos de los más desprotegidos.

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