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En la Nochebuena de 2012, la familia de Paz Valentina Arce Vera de un momento a otro pasó de celebrar una festividad como millones de familias en Paraguay y miles de millones en todo el mundo, a sufrir el horror de ver a su niña de tres años alcanzada por una bala perdida.
Luego de recibir la medianoche y el inicio de la Navidad con su familia, la niña salió al patio de su casa a jugar con su perro, mientras a un barrio y más de un kilómetro de distancia un hombre llamado Jorge Prisco, taxista, decidía sumar tres balas de su pistola Taurus, calibre 38, a la cacofonía de petardos que iluminaban el cielo sobre Asunción.
Una de esas balas acabó alcanzando a la niña en el hombro, dañando arterias importantes y causando que Paz Valentina muriera desangrada.
Esa tragedia ocurrida hace dos años es lo que impulsa a la campaña #NavidadSinBalas, que tiene a la cabeza a Liz Marlene Vera, madre de la niña que por estas fechas estaría preparándose para celebrar su quinta Navidad si no hubiera sido alcanzada por aquella bala.
“Que no falte nadie” es la premisa y el lema detrás de la campaña que busca concienciar al público a que no realice disparos al aire al celebrar la Navidad o el Año Nuevo.