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Celso Maldonado Duarte, diputado liberal por el departamento Central, no es el único de su familia que recibe remuneraciones por parte del estado. Al legislador le acompañan su esposa, María Victoria Silva de Maldonado; y sus hijas, Lizzie Victoria, Laura Concepción y María Belén; las últimas tres cumplen actualmente funciones en el Poder Legislativo.
Una investigación de ABC Color y datos constatados a través del “Buscador del Pueblo” demostraron que mensualmente la familia del legislador recibe un total aproximado de G. 60 millones en concepto de remuneraciones.
En conversación con Radio Cardinal el pasado viernes, Maldonado Duarte intentó justificar el motivo por el que toda su familia figura como funcionarios públicos. “Mi hija es, no es mi pariente”, trató de explicar el legislador cuando se le preguntó por Lizzie Victoria Maldonado Silva, funcionaria de la Contraloría comisionada al Poder Legislativo.
Explicó que su esposa, quien fuera dueña de un vivero ubicado sobre la Autopista durante más de dos décadas, “se cansó de vender plantas y estudió derecho” para luego presentar su curriculo en el Ministerio Público, donde actualmente cumple funciones. “Es más bien para aprender y capacitarse, el sueldo no es tan importante”, señaló.
Cuando le preguntaron si le parecía bien la práctica de colocar a parientes en la función pública, Maldonado respondió: “¿Y qué tienen que hacer ellos? ¿Irse a Buenos Aires, Clorinda? ¿Vender chipa? ¿Para qué se capacitaron?”.
Ante la consulta de si habían pasado por algún concurso de oposición, el legislador solo atinó a responder que “siete u ocho años atrás no había concurso” tratando de justificar que no hubieran pasador por el proceso selectivo. “Si hay necesidad hoy en día puede concursar, sin problemas”, sentenció.
En otro momento de la conversación, Maldonado se refirió al caso de su hija menor, María Belén; quien forma parte de la lista de alumnos expulsados de la Universidad Católica por haber comprado notas y señaló que “se le está triturando”. El legislador criticó que los nombres de los otros involucrados apareciera una o dos veces pero que en el caso de su hija no fue así. “A ella le sacaron tapa de diario, una vez salió en dos páginas en ABC el mismo día”, agregó.
Explicó que la joven cursó además la carrera de Relaciones Internacionales en la Universidad Americana y que como alumna de la UCA fue becada para ir a Francia; además de haber participado en congresos en Montevideo, Buenos Aires y Sao Paulo. “Es una persona preparada, hoy en día está con este problema”, sentenció.
Cuestionó que solo los alumnos involucrados en el caso sean los investigados, no así las autoridades de la casa de estudio. “¿Por qué los responsables de la Católica están tan libres? ¿Por qué no se les investiga a ellos? No puede ocurrir este tema de compranotas en una universidad seria teniendo personas responsables a la cabeza”, aseveró. Sin embargo, tres funcionarios de la casa de estudios también son investigados por la Fiscalía por haber estado involucrados en el caso, los mismo ya fueron destituidos.
Reconoció que hasta el momento no le preguntó a su hija si pagó o no para mejorar sus notas en algunas materias debido a que la joven se encuentra pasando por un momento muy difícil. “Jamás me tocó la posibilidad, ahora por ejemplo está llegando llorando amargamente, una persona que estudió toda su vida. No tengo oportunidad de preguntarle todavía”, indicó.
Señaló que al caso de su hija “deberían darle un trato especial porque ella no debe ninguna asignatura”.