Las varias caras de Juan Pío Paiva

[INFOGRAFÍA] Juan Pío Paiva fue dibujado con varios rostros. Sus abogados y algunos especialistas lo presentaron como una persona que está en condiciones de reinsertarse a la sociedad mientras la Fiscalía y las víctimas opinan que no merece salir libre.

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A las 09:45 del viernes 19 de diciembre, se inició la audiencia de libertad condicional para el dueño del siniestrado supermercado Ycuá Bolaños, Juan Pío Paiva, de 67 años, condenado a 12 años de prisión. La defensa alega que están cumplidos los requisitos para que el reo sea liberado, mientras que las víctimas y familiares se oponen rotundamente al pedido. La diligencia  duró más de tres horas.

Quienes siguieron esta diligencia, a través de los medios o en el sitio, pudieron quizás visualizar un personaje con varias caras. Juan Pío Paiva fue dibujado con distintos rostros por su abogado, los especialistas que evaluaron su estado de salud, la Fiscalía y las víctimas. El empresario continúa preso, pero espera que su pedido de libertad sea escuchado. Las víctimas y el Ministerio Público, sin embargo, opinan lo contrario. 

La diligencia en la que se expusieron los argumentos se cumplió con un ambiente tenso, con nerviosismo, tristeza y en el que se oían llantos y gritos. El juez que tiene en sus manos el caso, Carlos Hermosilla, no adoptó ninguna determinación y anunció que se tomará un tiempo(de tres días, según estipula la ley) para analizar lo que llamó un caso muy complejo. El magistrado había anunciado que resolvería el asunto ese viernes, pero después convocó a las partes para el 23, un día antes de Nochebuena.

El abogado Luis Escobar Faella indicó que su defendido, Paiva, desde el día que ocurrió el siniestro tuvo la intención de reparar el daño, en la medida de sus posibilidades, pero que no pudo cumplir con las víctimas porque sus bienes fueron embargados en su totalidad. “La conducta de mi defendido en estos 10 años de juicio (...) siempre se ha sometido voluntariamente a los mandatos de la justicia y, como revela el dictamen del penal, tuvo una conducta intachable en su lugar de cautiverio”.

En el siniestro, ocurrido el 1 de agosto de 2004, murieron 400 personas y otras 400 sufrieron serias heridas. Familiares y personas que estuvieron ese día en el súper siguieron las alternativas de la audiencia y gritaron a Paiva, en varias oportunidades, “asesino, jamás te vas a liberar”.

El abogado del principal responsable del siniestro insistió en que Juan Pío Paiva fue condenado por una conducta de omisión, es decir, por no realizar las inspecciones finales del incendiado supermercado Ycuá Bolaños, así como tampoco la limpieza adecuada de los ductos de las chimeneas de las parrillas del patio de comidas, en donde se inició el fuego.

“Señor juez: me ratifico en todo lo señalado por mi abogado y aprovecho la ocasión para pedir perdón a las víctimas, a quienes de alguna manera afecté con esa tragedia. Aprovecho para realizar el compromiso y mi deseo de reparar el daño ocasionado en la medida de mis posibilidades”, apuntó Juan Pío Paiva.

Sus palabras arrancaron gritos e insultos de los familiares presentes, que se oponen tenazmente a que sea liberado. De hecho, la coordinadora de afectados por este incendio consideró desde el principio que la condena impuesta es ínfima con relación al daño que ocasionó el incendio.

En el informe presentado por el siquiatra Carlos Steven Sachero ante el juez Carlos Hermosilla se menciona que Paiva “se encuentra orientado en tiempo y espacio, coherente, con memoria conservada, colaborador con la entrevista, no presenta síntomas psicóticos productivos, se encuentra en posesión de sus facultades mentales y en condición de discernir la naturaleza de sus actos y las consecuencias de los mismos”.

Por otro lado, la sicóloga forense del Poder Judicial , Zunilda Irene Caballero, indica en su conclusión, luego de las entrevistas realizadas a Paiva, que el condenado es una persona fría y egocéntrica, no posee ningún trastorno mental y está en condiciones de reinsertarse a la sociedad. No obstante, recomienda un tratamiento psicológico de seis meses.

Ambos informes pueden ser considerados favorables para Paiva, debido a que ninguno de ellos señala que debe continuar preso.

Durante el juicio oral y público, el segundo que se desarrolló en el año 2007, Paiva había firmado los acuerdos con las víctimas, que luego fueron utilizados para atenuar la pena que le fue impuesta. Hasta la fecha, tales compromisos no se han cumplido, indicó el fiscal Édgar Sánchez, argumentando su posición de que el propietario del Ycuá Bolaños no debe ser liberado.

El representante del Ministerio Público retrucó parte del argumento de la defensa, cuando sostiene que los bienes de Paiva están embargados. Sánchez, sin embargo, afirmó que no se debe olvidar que el comercio de su familia sigue en funcionamiento y generando lucro; de lo contrario, se hubiese cerrado hace tiempo. “Evidentemente, si existiese intención, por más mínima que sea, se hubiese echado mano a lo que genera ese local comercial para, de alguna manera, intentar repara o cumplir los acuerdos firmados”, mencionó el fiscal.

La sicóloga del Penal de Tacumbú mencionó en su informe que Juan Pío Paiva no asume la responsabilidad del hecho, entonces ¿de qué pide perdón? El fin de una condena es la readaptación del condenado y la protección de la sociedad evidentemente; sin embargo, en los informes que se escucharon, el señor Juan Pío Paiva es una persona fría, controladora, egocéntrica, no por manifestaciones mías sino por conclusión de profesionales. Evidentemente, no está en condiciones de ser reinsertado a la sociedad”, sentencia el fiscal.

Sánchez opinó que una sociedad que ha recibido bofetadas y latigazos a lo largo del juicio no se merece que se reinserte a la sociedad a Juan Pío Paiva. Agregó que las víctimas y familiares merecen respeto de sus operadores de justicia.

“El Ministerio Público es del criterio de que la totalidad de la pena sea compurgada tal cual lo ha establecido el tribunal de sentencia”, concluyó.

Una gran cantidad de familiares y víctimas del incendio ocurrido participaron de la audiencia y tuvieron la posilibidad de argumentar su postura en contra del pedido de libertad realizado por el condenado.

Benicia Astigarraga perdió a cuatro familiares ese día. En un momento dado, se levantó y llorando se dirigió al juez Carlos Hermosilla señalando que que Paiva no salga antes de cumplir su condena. “Nosotros, en mi casa, hemos perdido todo, hemos quedado desamparados; por lo tanto, le ruego, juez, que jamás firme para que este señor salga. No hemos recibido perdón de él”, clamó.

Por su parte, Rubén Rojas, quien perdió a su hija de 19 años, dijo: “Ella tenía la orden de no abandonar su caja. Toda una vida por delante se perdió porque no tenía que abandonar ese lugar. Pedimos paz, que en Paraguay haya justicia, el sudario no tiene bolsillo”, sentenció.


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