Le ponen música a la lucha

Jóvenes músicos del Este del país, inspirados en los hechos que desataron el levantamiento del pueblo tras la violación de la Constitución por sus propios representantes, compusieron una canción que habla de la lucha “de una generación que no se rinde”.

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Las protestas que se registraron en varios puntos de nuestro territorio tras la violación de la Constitución Nacional por 25 senadores reeleccionistas cambiaron los planes de los integrantes de la banda musical esteña “Papel Moneda”, cuyos integrantes se encontraban preparando un sencillo romántico antes de estos luctuosos acontecimientos, que en la capital segaron la vida del joven liberal Rodrigo Quintana, asesinado por un agente de la Policía Nacional.

“Veníamos ensayando varios temas, y éste iba a ser un tema romántico, pero dijimos 'hagamos un tema sobre esto', porque participamos en las movilizaciones”, señaló Fabrizio Villanueva (23), uno de los integrantes del grupo, quien reveló que se sintieron profundamente conmovidos por todo lo ocurrido. De esta manera, decidieron dedicar estos acordes a todos los jóvenes que están peleando por un Paraguay mejor.

Él, junto con su hermano Dante (20) y su padre, ajustaron la letra de la canción, que finalmente quedó titulada “No es imposible”, y que habla de la lucha de un pueblo por la libertad y contra las ansias de poder de unos pocos que carece de tiene sentido.

En el estribillo del tema que nos adelantaron y cuyo video clip estará listo mañana, se escucha: “No es imposible, hay que ser libres. Hoy somos la voz de una generación que no se rinde”. En otro momento, hace referencia a: “Monedas marcadas, manchadas de sangre en el curul. Conciencias pagadas, ocultan la cara en un baúl”.

Papel Moneda dio sus primeros pasos musicales hace cuatro años y está compuesta por jóvenes residentes en Ciudad del Este y Hernandarias, departamento de Alto Paraná. Son cinco integrantes: Dante Villanueva (20) en voz y guitarra, Felipe Román (24) en voz y guitarra; Fabrizio Villanueva (23) en voz y bajo y Luis Aguilera (27) en teclados, todos éstos universitarios. El último, Andrés Orrego, quien es el baterista, tiene tan sólo 17 años va al colegio.

Me ataron las piernas

Me corrieron a un lado y sigo aquí.

Inmobilizado... No hay corriente que me mueva así.

 

 

Se me hizo imprevisto y no pensé

enfrentar las ansias de poder

De qué sirve buscar en vano

lo que nadie deberá encontrar.

 

 

No es imposible... Hay que ser libres

Hoy somos la voz de una generación que no se rinde

 

 

Aunque parezca imposible

nunca dejaremos de intentar

Si te siento aquí a mi lado

ya no hay nada que nos salga mal.

 

 

Monedas marcadas

manchadas de sangre en el curul

Conciencias pagadas

ocultan la cara en el baúl.

 

 

No es imposible... Hay que ser libres

Hoy somos la voz de una generación que no se rinde

No es imposible... Hay que ser libres

Hoy somos la voz de una generación que no se rinde.

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