La comitiva encabezada por Sebastián Aponte responde al movimiento Honor Colorado, de Horacio Cartes.
Los jóvenes intentaron entrar al Palacio de Gobierno con la canasta, pero los guardias del mandatario impidieron el ingreso, por lo que la entrega simbólica se realizó sobre Ayolas y El Paraguayo Independiente.
Los preservativos contenidos en la canasta simbolizan la necesidad de una educación sexual "que no llegó al presidente Lugo", aseguró Aponte.
Igualmente, el paquete está compuesto de una Biblia -"para que Lugo pueda reflexionar en estas fechas"- y una bolsita de cemento, que -según explicó el dirigente- representa insuficiente producción de la cementera estatal.
Los colorados exhibieron además una botella de caña, que simboliza el hedonismo, la búsqueda del placer por parte del gobernante, según el representante del grupo cartista.
La canasta también contiene un pasaje a San Pedro, con el cual los colorados exigieron al mandatario dejar los viajes al exterior y volver a recorrer los asentamientos. "Le otorgamos un pasaje para que pueda volver a sus raíces", refirió Aponte.
En el "regalo de Navidad" los dirigentes igualmente ofrecieron a Lugo un guardapolvos, en representación de los reclamos de los trabajadores del sector de la salud, y una bolsa con coquitos, que constituye una alegoría a Camilo Soares, ministro con permiso de Emergencia Nacional, acusado de sobrefacturaciones en compra de alimentos.
La canasta llega la inscripción: "Feliz Navidad, se acabaron las vacaciones".
Los cartistas exhibieron junto al paquete un cartel que reza: "A Fernando Lugo, el presidente paraguayo con menos obras en la historia".
En diciembre el 2009, el presidente Lugo ya había recibido una canata similar, con condones, una botella de caña, pañales y un ejemplar de la Constitución Nacional.
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