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La tarde del lunes pasado fue difícil en el Centro Educativo de Itauguá. El abogado Julio César Bogado, en aquel entonces director del lugar, comunicaba a los menores las nuevas reglas de conducta, lo cual causó fastidio en varios de ellos.
Uno de ellos, un menor de 16 años, encaró de forma vehemente a Bogado, quien en ese momento estaba acompañado por dos guardias, uno de ellos armado con escopeta, algo no permitido en un instituto para menores.
En un cierto momento –según se observa en el video –el menor sacó un cuchillo y tomó al director, con quien protagonizó un forcejeo, ante la mirada del guardia que apuntó con su arma al recluso.
El director logró zafarse de su agresor, quien al mismo tiempo huyó del lugar y se fugó del Centro. Cuando Bogado se aprestaba a calmarse, un numeroso grupo de adolescentes lo rodeó, supuestamente varios de ellos, portando cuchillos.
Los guardias que estaban en el perímetro, advertidos del inicio de los incidentes con el menor que usó el puñal, y al observar que el director fue rodeado por los demás reclusos, ingresaron al recinto y presuntamente hicieron disparos.
Los disparos hirieron a dos menores, quienes luego fallecieron en el hospital, mientras que los demás se refugiaron en los pabellones.
Cinco testigos incriminaron a los guardias Ignacio Franco Fernández (47) y Juan Carlos Saucedo, quienes declararon ante la fiscala Teresita Torres que hicieron disparos intimidatorios hacia el piso.
Inicialmente, la fiscala Torres imputó a los guardias por homicidio culposo, porque consideró que no tuvieron la intención de matar, sino de dispersar al grupo.
El Ministerio de Justicia dispuso un sumario administrativo porque se usaron armas con proyectiles de plomo, en un recinto para menores, algo que está prohibido en el Paraguay, mediante acuerdos internacionales de protección a los niños.
Bogado fue separado de su cargo y fue reemplazado por el funcionario penitenciario Blas Martínez.