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El viceministro del Interior, Javier Ibarra, confirmó que efectivamente se produjo la desaparición de dos fusiles de asalto pertenecientes a la Policía que se encuentra en la zona norte del país. Se trata de armas de alto poder que eran usadas en el combate contra el EPP; sin embargo, las mismas finalmente pudieron terminar en manos de estos criminales.
El hecho se descubrió entre setiembre y octubre, pero el tema se manejó bajo fuerte hermetismo, hasta que ayer fuentes confirmaron a ABC Color sobre el paradero desconocido de un fusil M4 con número de serie AO302651 de procedencia norteamericana y un Galil ACE de procedencia israelí para 35 cartuchos. Las armas habrían desaparecido del depósito de la Policía denominado Base Halcón que está ubicado en el cruce Curusu de Hierro y Tacuati.
Al respecto, el subsecretario de Estado confirmó que en el marco de la investigación ya se dispuso un inventario general del sitio donde se produjo la desaparición, ya que el lugar es prácticamente el polvorín de la Policía en Concepción y San Pedro. “Esto fue donde está el polvorín de la Policía, porque ahí se almacenan municiones, equipos tácticos delicados y de alto costo, aparatos, chalecos, muchos equipamientos”, refirió.
El viceministro comentó que es una preocupación constante la ubicación del sitio, ya que se trata de un lugar alejado, susceptible a posibles ataques. “Siempre nuestra preocupación es que sea atacado por por el EPP, pero al final ahora nuestra propia fuerza, de repente al menos en complicidad, comete este tipo de hurtos”, refirió.
Sobre alguna medida para evitar nuevos hechos de esta naturaleza, Ibarra indicó que está en proyecto la construcción de mejores instalaciones para hacer de depósito de armas en el Norte, inclusive con circuito cerrado. La intención es instalar la base reforzada en un predio donado por la familia Lindstron. “Se necesita de una medida de seguridad extrema ahí, porque es un lugar aislado y también por el tipo de material que se guarda en el lugar”, aseveró.
El viceministro del Interior reconoció que situaciones de esta naturaleza constituyen una preocupación constante y más aún considerando la presunción de complicidad policial. “Tenemos que limpiar de forma contundente nuestras filas policiales”, sostuvo. Garantizó que se tomarán medidas una vez que se identifique a los responsables de la desparición de las armas. “Nosotros no vamos a tolerar ningún hecho de este tipo”, aseveró. Insistió en que el hecho es aún más grave considerando que se produjo “en el epicentro de las fuerzas policiales”.