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“Ellos no hablan de cosas profundas, sino más bien en vez de flores se tiran pequeños dardos. Hasta ahora, no escuché. Cuando alguien habla, dice 'vamos a seguir el modelo' ¿Cuál modelo?, si no hay ningún plan orgánico de parte de la gestión económica”, afirmó el autor, que ayer presentó la reedición de su libro, con apoyo de ABC Color.
“Hasta diría, de forma medio sardónica, que cuando hablan de modelos, les trastorna el cerebro, y están pensando en las pasarelas donde desfilan las señoritas; pero modelos para solucionar los problemas del país, nunca dan”, dijo al cuestionar que los políticos no toman en serio este reclamo, que debería ser una de la reivindicaciones principales.
Apuntó a crear una política a nivel país para encarar una renegociación del monto que recibimos del Brasil o si no de vuelta debemos esperar al 2023, año en que se terminaría de pagar la deuda y cuando recién le tocaría a nuestro país un aumento de los montos que actualmente recibe.
“Una especie de regla de las negociaciones es tener un máximo sobre un mínimo de lo que exigís. ¿Y ese mínimo, cuál sería? Aproximarse a una igualdad, no recibir cualquier cosa simplemente porque así se determina políticamente, sino aproximarnos al precio de mercado, para poder duplicar lo que estamos recibiendo”, afirmó.
Agregó que nuestro país ya tienen las líneas capaces para transmitir el 50% de la energía, pero no así el mercado local para aprovecharla, por lo que se debería al menos, ya que seguimos cediendo nuestra energía, exigir un precio más acorde.
“Cuando reclamamos el ‘precio justo’, que es una frase que lo dice todo, reclamamos que se nos pague por lo menos aproximándonos al precio del mercado de lo que ellos comercializan la energía”, remarcó.
“Se dice que para cuando vaya a desaparecer la deuda, que sería allá por el 2023, va a haber una disponibilidad del 60% más de lo que estamos recibiendo ahora”, resaltó. No obstante, insiste en que el próximo gobierno debería insistir en lograr antes un precio más justo por la energía, que ya por años cedimos a precio casi regalado al vecino.