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Durante la reunión de ayer con representantes de la Educación Indígena y Coordinación Departamental del MEC, la Gobernación de Boquerón y la Municipalidad de Filadelfia se instó a los líderes de varias comunidades ayoreas a apoyar la educación.
El director de Educación Indígena del MEC, César Martínez, señaló que se preparó un plan para reactivar y mejorar la escolaridad en varias comunidades donde este año no hubo clases, pero “sin ustedes no podemos hacer nada. Los líderes tienen mucho que ver con esto, mucho que apostar”. Les aseguró que un equipo les acompañará de cerca, pero finalmente todo depende de ellos.
Hugo Arrúa, encargado de Educación de la Municipalidad de Filadelfia, señaló que “solo queremos que los chicos estén en clase otra vez”.
Varios de los líderes presentes se manifestaron a favor de la educación. Así, por ejemplo, el líder Domingo Uneai indicó que “sin educación nuestros jóvenes no tienen futuro, porque el trabajo en el campo va a desaparecer”.
También el educador Daniel Picanerei, de Campo Loro, valoró el esfuerzo para reactivar y mejorar la escolaridad en varias comunidades ayoreas del distrito Filadelfia.
Eulogio Irala, de la Coordinación Departamental del MEC, presentó un plan de contingencia de la mesa interinstitucional para reactivar y mejorar las clases en 2018 en comunidades como Tunucujai, La Esquina, Garay, Ijnapui, Jogasui, 10 de Febrero, 10 de Junio y otras.
Instó a los líderes a hacer un conteo de los niños en edad escolar en sus comunidades, para preparar a tiempo las aulas, el mobiliario y la merienda escolar. Prometió que un equipo interinstitucional acompañará de cerca a los maestros y las comunidades, haciendo monitoreos una vez al mes.
La falta de clases en varias comunidades ayoreas este año no fue observada por el supervisor ni por el director de área, Gustavo Paredes y Cristian Maidana, respectivamente, sino por los propios líderes.
Algunos maestros abandonaron las clases por descuentos directos que se les hizo en sus salarios por deudas a empresas; otros abandonaron la comunidad. En un caso se encontró que un docente no dio clases durante tres años; otro tenía dos rubros, pero sin dar clases. Estos maestros (bachilleres) ya han sido cambiados y serán nombrados nuevas personas, con el consentimiento de la comunidad.
En todas las reuniones se cuestionó duramente la falta de asistencia de la supervisión. Es más, mientras a fines de noviembre el MEC le dio una dura amonestación al supervisor Gustavo Paredes, este un día después recibió una distinción de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados por su “acompañamiento” a la educación del pueblo ayoreo.
Algunos integrantes de la Mesa Interinstitucional señalaron, en voz baja, que esto es una “burla” al esfuerzo que se hace para reactivar la escolaridad en las comunidades.