La asociación, que representa a unos 2.000 habitantes de 25 comunidades indígenas del Chaco paraguayo, presentó sus reclamos a través de una carta remitida al senador Miguel Ángel López Perito, miembro de la comisión parlamentaria de Pueblos Indígenas.
En ella explican sus dificultades para cumplir con la obligación electoral de acudir a Asunción para inscribir sus candidaturas, cuando muchos de ellos residen en zonas alejadas de la capital y no tienen medios para pagar ese viaje.
Además, lamentan que se les exige, como trámite para reconocer a sus movimientos políticos, realizar publicaciones en periódicos de tirada nacional, un requisito que, según afirman, está fuera de su alcance económico.
Los indígenas exponen que esos gastos, junto a los de escribanía, son “sumas extraordinarias muy difíciles de alcanzar”, teniendo en cuenta la “suma precariedad económica” en la que viven, según el comunicado.
“Este sistema electoral, con sus leyes, sus costos y sus plazos no está hecho para que los que estamos en serias condiciones de desventaja podamos participar”, expresan.
Por todo ello reclaman a la máxima instancia judicial electoral que garantice su participación, respetando los principios constitucionales de la igualdad de condiciones en la participación y los derechos a elegir y ser elegibles.
Sin embargo, señalaron que “con mucho esfuerzo” han logrado constituir candidaturas indígenas para presentarse a las elecciones en tres municipios del Chaco paraguayo: Mariscal Estigarribia, con el Movimiento Ara Pyahú; Loma Plata, con la agrupación Despertar Nivaclé, e Irala Fernández, con Despertar del Pueblo Indígena, según un comunicado difundido este viernes por el Senado.
De este modo, los indígenas aspiran a tener “representantes auténticos” en las juntas municipales, e incluso un intendente (alcalde), en el caso de la ciudad de Mariscal Estigarribia.
Cerca de 116.000 personas, el 1,68 % del total de la población de Paraguay, se reconocen como indígenas pertenecientes a una de las 20 etnias diferentes presentes en el país y divididas en cinco familias lingüísticas.
El 76 % de estos indígenas se encuentra en situación de pobreza extrema, según datos de 2014.