Cargando...
El obispo de Misiones y Ñeembucú, monseñor Mario Melanio Medina, calificó como una forma de destrucción de la humanidad el consumo de crack en San Juan Bautista, San Ignacio y Pilar, principales ciudades de la Diócesis.
Monseñor Medina celebró la eucaristía con motivo del Día Nacional de la Familia, establecida por el Congreso, y que se recuerda hoy, cuarto domingo de abril.
La pastoral familiar de la Diócesis y fieles de la Catedral de esta ciudad, encabezado por el párroco, presbítero Celestino Ocampo, participaron esta mañana de una peregrinación desde la plaza la Ermita de esta ciudad hasta el templo de la Catedral.
En la oportunidad el obispo Medina habló de la importancia de la familia por varias razones, pero fundamentalmente porque en el seno familiar se promueve la dignidad de la persona humana y es el lugar natural de la felicidad.
Según Melanio Medina, en la familia se debe promover el amor y la felicidad. “En la familia se debe tener en cuenta la dignidad de la persona, de los esposos (mujer y varón), de los hijos retoños que nacen para acrecentar la felicidad”, dijo.
Recordó que el papa Francisco habla de la familia formada por el varón y la mujer. “Es inconcebible en el plan de Dios lo que la cultura moderna promueve acerca del género, de que cada quien puede asumir el sexo que quiere”, reprochó el obispo.
“Sin embargo el papa Francisco nos ha dicho que el hombre creado a imagen y semejanza de Dios es varón y mujer”, enfatizó, al tiempo de señalar que el matrimonio instituido por Cristo es un sacramento formado por la mujer y el varón.
El obispo Melanio Medina denunció que las drogas están destruyendo a los jóvenes de la Diócesis de Misiones y Ñeembucú.
Mencionó las ciudades más importantes de la diócesis como San Juan, San Ignacio y Pilar por donde circula el crack, dijo. “Es lamentable porque arruina y destruye a la persona humana”, apuntó monseñor Medina.
Añadió que la droga convierte a los jóvenes en una piltrafa humana, sin la voluntad ni la libertad para actuar a conciencia. “Lo droga lo vuelve irracional a la persona, pierde los sentimientos, pierde la capacidad de amar y para entender que es amado”, explicó.
Monseñor Medina habló del reinado del mal de los tres poderes que son: el poder político, la riqueza y el placer, y que sumado a la modernidad y el relativismo solo busca el engaño, para el dominio y la destrucción de la persona humana.