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Son cuatro choferes y una mujer quienes se crucificaron y quisieron ir en esa condición hasta la sede del juzgado en primera instancia en lo civil, liderado por la magistrada Rocío González Morel, quien ayer ordenó el desalojo de los huelguistas de frente al local del Ministerio del Trabajo (Paraguarí y Herrera, Asunción). La jueza los convocó para este miércoles a las 9:00, informaron los sindicalistas.
“Está violando los derechos de los ciudadanos (por el ministro de Trabajo, Guillermo Sosa). Es una vergüenza tenerle como diputado a Celso Maldonado. El ministro (de Trabajo) tiene que irse a su casa. A quien tienen que apresarle es al delincuente que está en este edificio que está protegiendo a Celso Maldonado”, manifestó María Candia, la secretaria general de la Federación Paraguaya de Trabajadores del Transporte (Fetrapat).
La Policía impidió que movilicen a los manifestantes estando crucificados. “Primero, por derechos humanos, es peligroso, no es la forma de mover a una persona. Yo soy el jefe de comisaría y no puedo permitir que se traslade de esa manera a una persona. Yo soy responsable y soy profesional y no se puede permitir así el traslado de una persona. Estamos 24 horas con ellos”, manifestó a ABC Color Hermógenes García, de la comisaría 3ª Metropolitana. Por ello, un equipo médico procedió a remover los clavos a modo de que puedan ir hasta la cita con la jueza sin problemas.
El Gobierno nacional, y en especial el ministro de Trabajo, Guillermo Sosa, no respondieron en forma positiva a los reclamos de los choferes, taxistas y dueños de camiones de transporte de cargas. Los choferes de La Limpeña, Línea 49, no obtuvieron el reconocimiento del sindicato que formaron el 22 de junio de 2015.