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Haciéndose pasar por un funcionario bancario un sujeto logró con una sencilla llamada telefónica apoderarse de 15 millones de guaraníes a una mujer incauta, quien luego difundió su caso en redes sociales. ¿Pero cómo lo hizo?
Se trata del primer caso de este nuevo modus operandi de la vieja práctica de estafas telefónicas, nos explica el Crio. Walter Cardozo, jefe de Delitos Económicos de la Policía. El delincuente, con algunos pocos datos sobre el cliente, consigue gracias a una conversación fluida y segura, entrar en confianza con la víctima en cuestión con la supuesta excusa de actualización de datos.
Una vez que engaña al interlocutor, obtiene número de tarjeta de crédito, contraseña de la misma –información confidencial– y con estos datos accede al servicio en internet del banco donde es cliente y realiza la transacción.
Si bien es un caso reciente y no existe uno similar, el jefe policial advierte que se trata de un tipo más de estafa telefónica, de las que abundan y se producen de forma continua.
No se descarta que exista complicidad con funcionarios de entidades bancarias o financieras.
También siguen vigentes los engaños en los que la víctima termina pasando dinero a través de los giros o incluso proveyendo contraseña de los servicios de billetera electrónica que ofrecen algunas compañías telefónicas.
En otros casos son extorsiones directas, siempre con artimañas, en los que los delincuentes emplean un puñado de información que obtienen simplemente a través de perfiles en redes sociales, como Facebook. Acostumbran hacerse pasar por fiscales e incluso policías.
Lamentó que estos tipos de delitos sean comunes, pues en reiteradas ocasiones se lanzan advertencias y recomendaciones, sobre todo con cada nuevo caso. “Nuestra gente no aprende o muchos no llegan a acceder a esa información”.
Estas son algunas respuestas que debe ensayar cuando recibe una llamada sospechosa.