Cargando...
Gustavo Pérez, dueño de la curtiembre, será imputado por el hecho punible de exposición al peligro de personas en lugares de trabajo, que tiene una expectativa de cárcel de hasta cinco años y, según la fiscala, se podrían incluir otros hechos punibles.
El accidente se registró ayer en horas de la siesta, cuando fallecieron Carlos Miguel Giménez Ayala (44) y Hugo Gómez, mayor de edad, tras caer a un tanque denominado fulón de curtición, donde se tratan los cueros. En el accidente laboral resultaron intoxicados otros tres obreros: Marcelo Cardozo, David Torres y Cristian Flecha. Ávalos reveló a ABC Cardinal que a simple vista se puede constatar el nivel de precariedad con el que se desenvolvían en sus tareas los trabajadores de la curtiembre, sin ningún tipo de elemento de seguridad, pese a que trabajan con peligrosos químicos a diario. “Es muy precaria la instalación y el olor es nauseabundo, es imposible llegar sin tapabocas”, refirió.
Aseguró que remitirá un oficio a la Fiscalía del Medio Ambiente para que intervenga el establecimiento. Manifestó que ya se puso en contacto con el Ministerio Público el asesor jurídico de la firma y dijo que contaban con habilitación ambiental y municipal, documentos que espera recibir hoy. Pese a que uno de los encargados del tanque declaró ayer que el tanque donde se produjo la muerte de los obreros solo contenía agua salada, el fuerte olor a químicos contradice esta versión, por lo que se espera el informe técnico para determinar el contenido al cual cayeron las víctimas.