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La agente fiscal de la Unidad Especializada en la Lucha contra la Trata de Personas y Explotación Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes, Teresa Martínez formuló imputación contra Ilda Arca Viuda de Aquino (61), César Miri Aquino Arca (37), Miguel Pico Cabrera (39) y Vani Gabriela Aquino de Pico (39), por la supuesta comisión del ilícito de trata de personas.
En diálogo con ABC Cardinal, Martínez explicó desde Roma, Italia, que existen bastantes indicios de implicación de estas personas pero que no pueden ser revelados aún porque la investigación se encuentra aún en una etapa incipiente. Agregó que fueron cinco paraguayas las que resultaron víctimas de la red, más otras dos que lograron escaparse y dieron aviso a las autoridades. En nuestro país, las principales zonas donde operan estos delincuentes son los departamentos de Alto Paraná y Caaguazú.
Según consta en la carpeta fiscal, el 23 de febrero de 2016, a través de la “noticia criminis” recibida del Reino de España, se inició una investigación proactiva conjunta sobre la existencia de un presunto grupo u organización criminal trasnacional, conformada por miembros paraguayos, españoles y franceses, que se dedicarían a la Trata de Personas, cuyos principales víctimas serian mujeres paraguayas.
El Ministerio Público informó que el escrito de imputación consta que los hoy procesados serían miembros activos de un grupo criminal que desde Paraguay se encarga de la captación y traslado de varias víctimas de origen paraguayo hasta las ciudades de Pamplona (Reino de España) y Nantes (Francia), para ser explotados sexualmente en casas de cita, propiedad de la misma organización que operaría en esos países.
Entre los miembros activos de este grupo criminal estarían involucradas 5 personas, ya identificadas, y que están con orden de captura internacional. Serían los que ejercerían las funciones necesarias a fin de hacer efectiva la explotación sexual de las víctimas en los locales de tolerancia.
Refieren los antecedentes que el modus operandi consistiría en que las mujeres eran inicialmente engañadas por miembros del grupo criminal bajo la promesa de estudiar y trabajar como esteticistas en un spa denominado “Demoestetica Benasal”, ubicado en España.