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Los uniformados no informaron a la fiscalía sobre una agresión a tiros de la que fueron víctimas cuatro guardaparques de la organización civil Procosara (Pro reserva del San Rafael), el miércoles de la semana pasada.
La decisión de abrir un proceso penal a los policías fue adoptada por la fiscala María del Carmen Palazón, de la fiscalía zonal de Alto Verá, tras tomar conocimiento del caso, ayer, a casi una semana de los hechos. La fiscalía se constituyó en el lugar donde se produjo el ataque, y comprobó la existencia de restos de madera nativa, rastros del acciones de rolleros furtivos que operan en la zona de reserva forestal.
Según los datos que se dieron a conocer, el miércoles último, cuatro guardaparques que realizaban un recorrido de rutina por la zona de la reserva parque, se toparon con una “planchada” de rollos (un espacio abierto en el bosque donde se acumula la madera extraída previo a su transporte), pero en el momento que se acercaron fueron repelidos con disparos de armas de fuego (escopetas) por parte de los malvivientes. El ataque se produjo en una zona conocida como Santa Ana.
Los guardaparques hicieron la denuncia ante la comisaría de la zona de Taruma' i, pero esta unidad policial no habría hecho nada para perseguir a los malechores, ni informaron del ilícito a la fiscalía, tal como establece el procedimiento. Esta actitud de los uniformados fue interpretada como una acción de protección hacia los rolleros furtivos.