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El oficial primero Gustavo Narváez y el suboficial Arnaldo Lezcano, ambos de la comisaría 11° Metropolitana, fueron imputados por los delitos de producción y uso de documento público de contenido falso, por parte del fiscal Yoan Paul López, quien investiga el hecho registrado antes del caso de Tanya María Villalba.
Según los antecedentes, estos dos uniformados detuvieron a un joven a quien acusaron de hurto agravado y lo llevaron a la comisaría y en el informe hicieron constar que la detención se realizó en la vía pública.
El detenido desmintió la versión policial y aseguró que que fue sacado a la fuerza de un local comercial, hecho que fue constatado por el fiscal López al verificar las imágenes de circuito cerrado del establecimiento, donde se ve claramente que los policías lo sacan del sitio, en abierta violación a la ley.
“Ellos falsearon las circunstancias de la detención. La forma en que actuaron ellos, como falsearon el acta de procedimiento es lo alarmante, no el procedimiento”, dijo a ABC Color el fiscal López y además agregó que los uniformados incurrieron en otras contradicciones.
Mencionó que el joven detenido - presunto motochorro - efectivamente había sido identificado como el responsable de un hecho delictivo reciente, por lo que se dio una persecución por parte de los ahora imputados, pero contaron otra cosa. “Ellos tomaron conocimiento por radio e inició la persecución, pero ellos dijeron que no fue así. Ingresar al local (como lo hicieron) es legal en prosecución a un hecho en flagrancia. No tenían por qué mentir, si todo está bien, no sé porqué mintieron y lo certificaron, no había necesidad”.
Los agentes Narváez y Lecano también formaron parte del grupo de policías que demoró a la empresaria Villalba, a quien supuestamente le implantaron un paquete con cocaína, con la intención de extorisionarla.