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En conferencia de prensa, el fiscal adjunto Alejo Vera dio a conocer lo que ya había anunciado: la imputación de María Victoria Villalba de Rothkegel, quien denunció haber sido secuestrada por tres mujeres, quienes supuestamente llevaron G. 14 millones que tenía en su cartera.
El agente del Ministerio Público dijo que la mujer fue imputada por simulación de hecho punible, que tiene una expectativa de hasta 3 años de cárcel. La mujer está actualmente con prisión domiciliaria.
Vera comentó que Villalba debía prestar declaración este martes, sin embargo presentó una nota con certificados médicos donde alegaba problemas de salud. Con ello, evitó contar a la Fiscalía qué pasó el domingo pasado, cuando supuestamente fue secuestrada.
Sobre los G. 14 millones que estaban en poder de la mujer, dijo que aún no tiene información pues “la investigación aun está en una etapa incipiente”.
Las cámaras del Sistema 911 captaron todo el trayecto de la mujer el día del supuesto plagio y no se observa en ningún momento lo que denunció ante la Policía, que supuestamente fue interceptada y abordada por desconocidos, quienes la llevaron en otro rodado. También el cruce de llamadas deja al descubierto que la mujer no estaba donde dijo que fue liberada, la Terminal de Asunción, sino en otro sector, específicamente en las inmediaciones del shopping Multiplaza.
La investigación, de momento, esclarece que no se trató de un secuestro, pero aún falta determinar dónde están los G. 14 millones que estaban en la cartera de la mujer y que fueron sustraídos durante el supuesto secuestro. Ahora, las investigaciones se dirigen hacia ese aspecto.
Según relató la señora Villalba ante la Policía, fue liberada en las inmediaciones de la Terminal de Ómnibus de Asunción y desde ahí se fue en autobús hasta frente a la sede del TSJE, desde donde llamó a su hijo para que le buscara y llevara a su casa.
Contó que había sido interceptada sobre la calle Guaraníes, pocos metros antes de llegar a su vivienda y de entrar al Callejón 1.790, por un vehículo del cual bajaron tres mujeres armadas con puñales. Dos de éstas hablaban en portugués. Agregó que sus captoras pronto le admitieron que se equivocaron de objetivo y que, tras doparla, dijeron que la liberarían nuevamente.