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El fiscal Luis Piñánez imputó al comisario principal Guido Colmán Núñez, jefe de la Comisaría 22ª Metropolitana, al igual que al oficial primero Francisco Javier González Torres. El tanto, ya fue acusado el suboficial Víctor Rodrigo González por extorsión y cohecho pasivo agravado, pues fue el que recibió el dinero.
Los policías están acusados de supuestamente extorsionar a una ciudadana brasileña, a quien pidieron en febrero pasado la entrega de 5.000 dólares, más 5.000 reales para ser liberada.
La imputación al comisario Colmán y al oficial González Torres se da tras el resultado de la inspección de las imágenes de circuito cerrado de la comisaría, que constató que la ciudadana brasileña estuvo en la sede policial y que incluso pagó el dinero para ser liberada.
El fiscal recordó que cuando la estudiante brasileña radicó la denuncia, el 22 de febrero pasado, ya habían imputado al suboficial Víctor González, y que en ese momento el comisario Colmán aseguró no tener conocimiento alguno del caso, al igual que los policías que estaban de turno en la comisaría.
Sin embargo, en el video se puede observar que el comisario estuvo presente en las "negociaciones" con la ciudadana extranjera, junto con el oficial González Torres.
El caso
Según los antecedentes, el suboficial Víctor González demoró a una estudiante brasileña el lunes 20 de febrero en el barrio Loma Pytã de la capital, porque no portaba sus documentos. La llevó esposada hasta la Comisaría 22ª Metropolitana –donde presta servicio– y tras encerrarla en una pieza la amenazó con incriminarla en un caso de tráfico de drogas si no le pagaba la suma de 5.000 reales.
La víctima tuvo que firmar un papel en blanco antes de ser liberada, con la obligación de cumplir con el pago de 3.000 dólares al agente, además de suministrar los nombres de otros brasileños que estudian con ella. Pero la víctima fue a la Fiscalía de Delitos Económicos y Anticorrupción, donde radicó la denuncia.
El agente finalmente cayó el miércoles 22 de febrero en el patio de comidas del shopping Mariano de Mariano Roque Alonso, tras un celada montada por los investigadores y la víctima.