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Todo está encaminado par la presentación del proyecto de ley sobre el impuesto selectivo al consumo, según informó el viceministro de Tributación Fabián Domínguezz, quien solo aguarda las últimas indicaciones de ministro de Hacienda, Benigno López, para cerrar técnicamente la redacción de la propuesta.
Reconoció que los tres puntos que marcaron el disenso durante todo este tiempo de trabajo fueron los impuestos al tabaco, al alcohol y a las bebidas azucaradas. Negó que la nueva ley sea un “impuestazo” y enfatizó que “no hay aumento”.
Lo que se plantea es que las tasas aplicadas al mercado siguen manteniéndose inalterables conforme existen a la fecha. Lo que se propone es aumentar la frontera de tasa y exponer como tasa máxima una tasa más alta, para que en algún momento cuando la economía mejore, pensar en intentar subir gradualmente subir, pero cuando eso suceda”, justificó el viceministro.
Al consultársele para qué elevar los límites máximos que se pueden cobrar, tomando en consideración que la economía no tiene condiciones actualmente, argumentó que estamos en un momento de cambio de ley general, “no solamente en este tema, este es solo un apartado. Estamos cambiando todo, y será mucho más difícil entrar al Parlamento posteriormente para volver a hacer una cruzada igual, un esfuerzo adicional. Implica mucho un proyecto de ley de impuestos”.
Recordó que el sistema tributario tiene más de un cuarto de siglo, por lo que es necesario, lo que comparó con “una cirugía”.
Resaltó que “los buques insignia” de la responsabilidad en el cumplimiento de este impuesto serían el Ministerio de Hacienda y el Banco Central, y aclaró que lo que se propone esta ley “es elevar la línea de crédito, pero no simplemente con una ocurrencia discrecional del mandatario, sino que se tendrá que consultar al Banco Central y a Hacienda.
Con respecto al impuesto para los vehículos usados en un 10%, otro punto cuestionado, dijo que no está definido. “Eso se sigue conversando, hay temas muy sensibles sobre vehículos usados y motos. Porque no tiene sentido gravar vehículos usados si no gravamos autos nuevos”, explicó.
Añadió que esperan la directiva política para ejecutar la medida “o sacarla para ir al Parlamento”.
La visita al Parlamento para llevar el proyecto de ley es entre mañana y el jueves.
Con respecto al tabaco, la propuesta inicial del gobierno era un aumento del 35 %, pero el viceministro reconoció que se elevó la queja del sector privado, por lo que se están haciendo los últimos estudios econométricos “para ver cuanto soportaría el sector en base a datos que ellos aportaron”. Adelantó que es muy probable que el porcentaje no sea de 35 %.
En cuanto a las bebidas azucaradas, mencionó que también se está analizando, para ver cuál es el techo prudente, pero reconoció que muy probablemente descienda del 10 % planteado en principio.
“La idea es escuchar los reclamos del empresariado y ver una sana medida de establecer una frontera para que aquello no dañe la competitividad”, mencionó.
En el caso de la cerveza, en principio se habló de un impuesto del 15%, pero tras discusiones, también se planteó un 9%.
“Estamos revisando números para una medida sana, coherente entre 9% y 15%”, explicó Domínguez.