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“Nosotros vamos a entrar en un periodo de alto consumo, pero generado por un ingreso genuino que van a recibir los trabajadores. Hay que ver si la utilización de estos instrumentos, específicamente la tarjeta de crédito, realmente tienen un impulso o ingreso importante porque en realidad la ciudadanía, los trabajadores, van a contar con recursos frescos, digamos, por los pagos de fin de año, creo que si existe un impacto va a ser totalmente relativo, mínimo”, dijo el viceministro Ramón Ramírez, consultado sobre cómo afectaría el cese de algunas promociones a través de las tarjetas de crédito, que fue la primera medida adoptada por la Asoban.
Opinó que es normal la medida tomada inicialmente por la Asociación de Bancos y Entidades Financieras porque necesitan evaluar el nuevo escenario y agregó que no lo interpreta como una arremetida de las entidades financieras contra los usuarios. Por otra parte, dijo que habrá que esperar a ver cómo reacciona el mercado ante las nuevas medidas, contempladas en la Ley 5.476/2015.
El ministro de Hacienda, Santiago Peña, quien se encuentra en el interior del país acompañando al presidente Horacio Cartes, se refirió también al tema. Dijo que las modificaciones hechas a la ley tienen muchas ventajas y sobre el artículo 9. Explicó que se establece que el tope de intereses que podrán cobrar las entidades financieras en las tarjetas de crédito será hasta tres veces el promedio de tasa pasiva de los ahorros, lo que da un máximo de 14,87%, cuando anteriormente el promedio del mercado era 48% de intereses, solo 4% más bajo de lo que se considera tasa usuraria: 52%.
Peña refirió que se instaló una mesa de trabajo impulsada por el propio proyectista de la ley, el senador Derlis Osorio (ANR), para tratar de buscar una solución. Inicialmente, se habló de que las tasas quedarían con un tope de 26%; sin embargo, por una mala redacción de la ley quedó en menos del 15%, que es lo que están tratando de subsanar.
El sector bancario advirtió que con este escenario las tarjetas de crédito podrían desaparecer, pero Peña salió al paso de los pronósticos fatalistas y dijo que no desaparecerán, aunque sí se limitarán. Este martes acotó que no se quiere privar a la gente de esa herramienta de financiación y por eso se está buscando una solución. “Acá tenemos que reconocer que el uso de la tarjeta de crédito es un instrumento que se ha masificado, que genera una fuente de financiamiento para muchas familias que les cuesta poder terminar el mes”, señaló.