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El excatequista denunció al sacerdote inclusive ante la justicia, por manejo irregular de los donativos que recibía la Diócesis de Ciudad del Este. Este caso sigue siendo disputado ante la Justicia ordinaria. Miranda forma parte de un grupo de laicos “disidentes”, que han sido prácticamente expulsados de la parroquia por el religioso, según indicaron.
El laico habló sobre la decisión del Papa Francisco de finalmente destituir a Livieres Plano, dada a conocer esta semana. La instrucción del Sumo Pontífice llegó tras haber enviado a dos altos referentes del Vaticano a realizar una intervención a la Diócesis de Ciudad del Este, en julio de este año. “Tardó bastante la Iglesia Católica en tomar esta medida”, manifestó.
Comentó que desde hace años ya vienen denunciando todas las irregularidades, por lo que celebran finalmente la decisión del Papa Francisco, y esperan que el proceso que sigue a esta determinación sea pacífico. A pesar de ese deseo, reconoció que es posible que al principio existan enfrentamientos o resistencia de los feligreses y sacerdotes seguidores de Livieres Plano.
“No hay que olvidar que él tiene sus sacerdotes, su seminario, su casa de convento… inclusive son muy fanáticos, no a la iglesia sino a la persona (de Rogelio Livieres Plano)”, dijo Miranda. Aseguró que la intención del grupo del que forma parte es que haya “paz en Ciudad del Este”, ya que Dios mismo “ha tocado” al distrito con los últimos acontecimientos. “Tenemos que procurar tener unidad en el obispado, en el clero (…) que se vieron muy afectados con la administración de Rogelio Livieres Plano”, dijo.
Estimó que el proceso administrativo hasta que se designe un obispo permanente en el Este durará unos tres meses, como ha ocurrido en otros países. Sin embargo, esto depende gran parte del nuncio apostólico Eliseo Ariotti, ya que él debe presentar al Vaticano los posibles candidatos. Mientras tanto, el obispo de Villarrica, Ricardo Valenzuela, es el encargado administrativo de la diócesis mientras dure este proceso.