Los restos, que serán trasladados en valija diplomática al laboratorio que tiene el Equipo Argentino de Antropología Forense en la ciudad de Córdoba, pertenecen a dos esqueletos que fueron hallados en 2013 en la Agrupación Especializada de la Policía Nacional, en la capital paraguaya.
Durante la dictadura de Stroessner el lugar funcionaba como centro clandestino de detención y tortura, dijo a Efe Rogelio Goiburú, director de Memoria Histórica de Paraguay. Goiburú señaló que los restos serán analizados y cotejados en Córdoba de cara a elaborar un perfil sanguíneo y su posterior identificación.
El pasado año la Dirección General de Memoria Histórica de Paraguay entregó 142 muestras de sangre de familiares de desaparecidos durante la dictadura de Stroessner para ayudar en esa identificación.
Las exhumaciones de los dos cuerpos se llevaron a cabo en “La Huerta”, un anexo de ese centro de tortura donde ya antes se hallaron quince esqueletos, tras cuatro año de trabajo, dijo Goiburú.
Está previsto que en julio los antropólogos argentinos regresen a Paraguay para seleccionar restos de esos quince esqueletos y analizarlos en el laboratorio de Córdoba. Hasta ahora no se ha logrado identificar a ninguno de los desaparecidos durante la dictadura.
La Comisión de Verdad y Justicia (CJV) registró 425 ejecutados o desaparecidos y casi 20.000 detenidos durante el régimen de Stroessner, la gran mayoría víctimas de palizas, picana eléctrica, quemaduras y otras formas de tortura física.
Goiburú se mostró confiado en que para finales de año se pueda haber identificado a los primeros desaparecidos, aunque reconoció que solo dar con sus familiares para conseguir muestras de sangre es un trabajo “titánico”.
Rogelio es hijo de Agustín Goiburú, un activista del extinto Movimiento Popular Colorado (Mopoco) , quien está desaparecido desde que fue secuestrado en Argentina en 1977 en un operativo policial conjunto de agentes paraguayos y argentinos.