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Muchos son los hechos llamativos del violento operativo en el local del Partido Liberal Radical Auténtico durante los primeros minutos del pasado 1 de abril. Tras el mortal disparo, varios agentes vieron al herido tendido y ahogado en su sangre, pero nadie informó del hecho a los servicios médicos.
El comisario Tomás Paredes Palma, de Investigación de Delitos, fue el policía de mayor rango en el lugar esa noche y es acusado por los dirigentes del principal partido de oposición de encabezar el ingreso al lugar sin una orden judicial. Paredes aseguró en su declaración ante la Justicia que llegó luego de 20 minutos de la muerte del joven Rodrigo Quintana y que se enteró de que hubo un fallecido cuando ya no se encontraba en el sitio. Además, aseguró que no utilizaron armas largas, pese a que se vio a uno de los agentes de su unidad con un fusil Galil.
En las imágenes de circuito cerrado del PLRA se puede notar que al menos uno de los agentes de Investigación de Delitos pasó al lado de Rodrigo Quintana cuando el joven agonizaba en el suelo.
Pero el hecho más llamativo es que los antimotines que observaron al joven agonizando dejaron el lugar por la puerta de atrás, y a los 30 segundos los que se encontraban en el suelo se levantaron y se acercaron a Quintana, a quien encontraron prácticamente sin vida. Cuando sus compañeros lo vieron malherido, comenzó un griterío dentro del local y llamaron a la prensa.
Las cámaras de los medios fueron al lugar donde se encontraba Quintana y los policías de Investigación de Delitos se apresuraron a subir a sus vehículos; luego de un minuto, dejaron el local partidario a pesar de que algunos jóvenes les hacían gestos pidiendo que se detengan y advirtiendo que había un herido en el lugar. Pasaron apenas segundos y los antimotines también se retiraron del sitio raudamente por la calle Iturbe, con dirección a Teniente Fariña.
A pesar de que una veintena de efectivos policiales ingresó al Directorio del PLRA sin orden judicial y que nadie ayudó al herido, hasta el momento ningún agente fue imputado por el hecho. La Fiscalía imputó al suboficial Florentín por el caso de la muerte de Rodrigo Quintana, al comisario Paredes Palma por inducción a un subordinado a la comisión de un hecho punible y al agente antidisturbios Guido Amarilla por tentativa de homicidio, debido a que fue el que disparó dos veces dentro de una habitación donde se encontraban nueve personas.