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La medida de fuerza fue decidida el sábado 30 de setiembre pasado por el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Católica, según confirmó el secretario de Prensa, Claudio Duarte.
En un comunicado emitido este martes, el sindicato señala que se ha tomado la determinación de ir a la huelga, porque ya no toleran "tanto abuso y avasallamiento, así como tanta discriminación y autoritarismo en contra del personal administrativo".
Dice que es hora de que las autoridades comprendan que "somos parte de la comunidad universitaria, según los estatutos de la institución. Agrega que también es hora de que comprendan que deben explicar "por qué violan tan flagrantemente" los acuerdos contenidos en los artículos del contrato colectivo, y es hora de que respondan a las demandas de los funcionarios sobre las obligaciones legales no cumplen, a pesar de que se ha solicitado en más de una ocasión.
Afirma que tanto las autoridades de la universidad como los trabajadores saben que están reclamando "solo lo que legal y legítimamente nos corresponde, no pedimos nada fuera de la ley".
Sostiene que lo que está en juego está directamente relacionado al derecho de mejorar las condiciones económicas, a través de la "promoción salarial que nos corresponde", de acuerdo al contrato colectivo. Piden a sus compañeros "apoyar decididamente" la medida de fuerza.
Reclaman asimismo a las autoridades de la casa de estudios "deponer la actitud de intransigencia" y de hacer un esfuerzo para interpretar las demandas "que venimos elevando" desde hace mucho tiempo. "Estamos seguros de que, si existe voluntad, se puede avanzar en acuerdos que favorezcan, tanto los intereses de los funcionarios como a los de la propia institución", subraya.