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La tarde de ayer, los restos de García fueron velados en el Parque Serenidad del barrio Sajonia y, en horas de la noche, una caravana trasladó el féretro al Teatro donde se lleva a cabo una vigilia artística, con cantos, bailes y marionetas, todo a lo que “Tito” dedicó su vida. El sepelio se realizará hoy, a las 10:00, en el Parque Serenidad de Villa Elisa.
Héctor Armando García Castroman, más conocido como “Tito”, era un ciudadano chileno que adoptó a Paraguay como su hogar para desarrollar su arte. Aquí fue donde creó su “mundo fantástico” de marionetas y teatro infantil. La tragedia que provocó su muerte, lastimosamente, también está relacionada con su trabajo.
El pasado 9 de enero, su taller ubicado en Fernando de la Mora ardió en llamas y en un intento por recuperar sus pertenencias –dado que tendría un show pocos días después– entró al local. Sufrió quemaduras tanto internas como externas en el 50% del cuerpo. A partir de ese día, permaneció en la Unidad de Terapia Intensiva del Instituto de Previsión Social (IPS), en estado grave.
A pesar de que se logró estabilizarlo, el domingo manifestó un daño renal serio, consecuencia de un shock séptimo originado por los gérmenes que se alojaron en sus heridas. “Tito” no aguantó y falleció a las 05:05 de ayer. Las manifestaciones de aprecio hacia el actor no tardaron, tanto de sus colegas, intelectuales como de su propio público, los niños de los '80 y los '90 que disfrutaron de sus shows en la televisión, en el teatro o en cumpleaños infantiles.
García nació el 16 de setiembre de 1946 en Rancagua, Chile, y fue un espectáculo de títeres que visitó su escuela lo que despertó su pasión por el teatro, según recordó en una entrevista publicada en el año 1997. En dicha ocasión, dijo que al llegar a su casa fabricó sus primeros títeres con medias y trapos. “Si de algo estoy seguro es que nací para actuar”, enfatizó.
Al terminar el colegio, cursó estudios en el Instituto de Teatro de la Universidad de Chile, donde se presentó en varias obras. Su inicio con las marionetas tuvo lugar aproximadamente en los años 70. En 1975 salió para una gira por Chile y Brasil, con la que finalmente llegaría a Paraguay en 1976. Un ofrecimiento de Ricardo Sánchez, en ese entonces gerente de Canal 9, marcó el inicio de “El mundo fantástico”, el puntapié de su carrera televisiva de la que también formó parte el recordado show “Tatetito”.
Además de las innumerables actuaciones con su “Mundo fantástico”, García tuvo un prolífico paso por las tablas participando en obras como “Cómo llegar a viudas y no morir en el intento”, “Pluto”, “Arsénico y encaje antiguo” y “Esperando la carroza”, entre otras. Igualmente, se desempeñó como docente del Instituto Superior de Bellas Artes (ISBA).