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Sin embargo, los responsables del centro asistencial son incapaces de realizar gestiones en otros hospitales como Acosta Ñu, en busca de una salida.
La madre de la criatura, Lilian Giselle Pereira, relató que su bebé necesita un análisis de sangre para saber si aún tiene dentro de su cuerpecito el anticonvulsionante, por lo que no despierta del coma en el que está desde que nació el pasado 8 de marzo. Asimismo, requiere de un nuevo estudio de encefalograma para saber cómo está su cerebro.
“Ayer (por el martes), me fui bajo la lluvia hasta el Hospital Acosta Ñu, donde hacen, pero me dijo el que me atendió en laboratorio que no aceptan muestras de afuera. Hoy me dicen que debe hacerse un nuevo encefalograma y que el médico que va a venir con su equipo de afuera me va a cobrar 150.000”, lamentó.
Dijo que ya gastaron más de G. 3.000.000 en medicamentos y que ya no tienen dinero para seguir cubriendo gastos. Indicó que los médicos le indicaron que un encefalograma cuesta G. 300.000, pero que a ella solo se le va a cobrar G. 150.000.
La pequeña se encuentra en coma tras haber sido reanimada, ya que cuando nació, por cesárea de urgencia, sufrió un paro cardiorrespiratorio, estaba cianótica (azulada) y convulsionó. Lilian Giselle Pereira relató que el lunes 17 último le practicaron un encefalograma, constatándose que aún tiene actividad cerebral, pero sólo del lado izquierdo, y que hoy debe repetirse el estudio.
La madre relató que durante su embarazo había registrado pérdida de líquido, por lo que desde que cumplió 38 semanas venía insistiéndoles a los médicos para que le programen una cesárea. Finalmente, consiguió que le agenden para el 14; sin embargo, el 7 del corriente, alrededor de las 2:15, rompió bolsa, llegó al hospital alrededor de las 2:30 a 3:00 de la madrugada, pero recién al mediodía la operaron, cuando su bebé ya entró en un sufrimiento fetal irreversible.
“Cuando llegué, la licenciada que me atendió me dijo que no había doctor de guardia, que me podían internar y poner el suero. Al final no era cierto que no había doctor de guardia, porque a las 4:30 aparecieron pero insistieron con la dilatación”, resaltó.
Añadió que toda la mañana le tuvieron así, intentando que tenga un parto normal, mientras ella suplicaba por una cesárea. “Cuando llegue a 8:00, cerca del mediodía, se dieron cuenta que mi bebé se estaba ahogando y que apenas latía su corazón y me metieron rápido al quirófano”, acotó.
Manifestó que cuando le sacaron a su bebé no lloró y allí se percató de que las cosas no estaban bien. “Después me vinieron a decir que tuvo un paro, convulsionó y le indujeron a un coma donde sigue hasta ahora”, lamentó Liliana.
La fiscala Dora Nhol investiga el echo. De comprobarse la negligencia tendrá que determinar si ocurrió en la guardia de las doctoras Magdalena Landolfi y Silvia Martínez, y la Lic. Zoraida Paniagua, o durante la correspondiente a los doctores Emigdio González y Ana Ferández, y Lic. Mirta Samaniego.
El director del hospital, Dr. Juan Lucio Aguilera, manifestó que según las funcionarias Dra. Silvia Martínez y Lic. Zoraida Paniagua, ellas estaban en su guardia. “La paciente también tuvo una sutura anterior que se desprendió en algún momento, debido al esfuerzo por las contracciones, seguramente, lo que habría complicado las cosas”, acotó.
Sin embargo, dijo que de acuerdo a los funcionarios se siguió todo el protocolo médico para estos casos y como ya no hubo caso se le practicó la cirugía. La misma tuvo a su bebé al mediodía con el jefe del Servicio de Ginecoobstetria, Dr. Emilio González, que ingreso a las 7:00, informó el Dr. Juan Lucio Aguilera.
Informó que tanto la Asesoría Jurídica del Ministerio de Salud como el Ministerio Público indagan respecto a esta denuncia realizada por familiares de la criatura. Dijo que están colaborando en la investigación.
El Dr. Pio Alfieri, director del Hospital Acosta Ñu, manifestó que van a recibir y procesar la muestra de la beba. Lamentó que los funcionarios del Hospital Calleí no hayan gestionado institucionalmente un caso como este.
"No tienen por qué enviar a la madre, eso es lavarse las manos, desligarse del problema; ellos son los que deben solicitar el apoyo para el análisis y nosotros con todo gusto cooperamos siempre", acotó. Añadió que el personal de laboratorio del Acosta Ñu no sabía que el pedido de la madre era para una criatura internada en terapia.
“Nosotros tenemos reactivos hasta mayo, y vienen pacientes ambulatorios de otros hospitales, por eso no aceptamos, porque vamos a quedarnos sin stock para nuestros pacientes de Urgencia. Pero en casos como estos siempre ayudamos”, acotó.