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"Yo, sinceramente, no estoy capacitado para asignarle ningún paciente; yo no sé su formación, él no está registrado en el ministerio (como cirujano plástico). Sinceramente, me veo medio imposibilitado a acatar una resolución judicial como está y por eso estamos viendo con la asesoría jurídica del ministerio para solicitar la modificación de esta condena”, adelantó Balmelli.
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Se refiere al caso del Dr. Miguel Ángel Cavallo, que logró la suspensión de la condena de dos años de prisión a cambio de realizar en forma gratuita una operación reconstructiva al mes durante un año en el Hospital del Quemado.
Lo grave del caso es que los jueces Manuel Aguirre, Blanca Gorostiaga y Rossana Maldonado ni siquiera consultaron la opinión del Hospital ni del Ministerio de Salud para dictar la medida por la que obligan al nosocomio a proveer insumos, infraestructura y personal a un médico que no tiene registro como cirujano.
“Hemos visto que el Dr. Cavallo no cuenta con un registro de cirujano plástico dentro del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social. Creemos que él debe cumplir la condena en otro lugar acorde a su formación, tanto en la parte profesional como ética”, destacó Balmelli, defendiendo a su equipo médico y a los pacientes del hospital.
Recordó que muchas personas acuden al Hospital del Quemado no solo para cirugías reconstructivas por quemaduras, sino también por otros problemas, y dijo enorgullecerse de la formación de su plantel no solamente en el aspecto académico, sino también moral.
“Nosotros nos caracterizamos por una responsabilidad en nuestros actos, tanto de los médicos como todo el personal de blanco, y también por el trato en calidad como en calidez. Yo, sinceramente, no estoy capacitado para asignarle ningún paciente”, insistió, a la vez de comentar que apenas se supo la noticia saltó la alerta entre familiares de pacientes.
“Ya corrió por todos lados, inclusive los padres y madres de la sala de Pediatría, pidiendo que no (venga), porque creo que ya hay un revuelo. Como bien dijiste, además, va a atender con recursos del Hospital y que el tribunal no pidió un parecer a mi dirección o al MSPyBS”, insistió.
Este caso en cierta medida guarda cierta relación con el de José María Ibáñez, que también se benefició con la suspensión condicional del procedimiento mediante un resarcimiento ridículo para evitar su condena, todo con aval de la justicia.
"Hoy, toda la población paraguaya empieza a hablar de ética y todos tenemos que ver que es una medida arbitraria. Todo el hospital dio un apoyo a esto y vamos a ver que se modifique la resolución", insistió.