Horas de terror en el norte

El administrador de la estancia Agüerito, en conversación exclusiva con ABC Color, relató lo que fueron las peores horas de su vida durante y después del ataque de miembros de la ACA. Sostiene que la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) es un total fracaso.

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Con una voz que denotaba tristeza, Christopher Exey Edwards, brasileño de 58 años y administrador de la estancia Agüerito, relató a ABC Color lo que sucedió el viernes pasado, entre las 15:00 y las 16:00, cuando fue atacado por los miembros de la Agrupación Campesina Armada (ACA). Tenía previsto no hablar de lo sucedido, pero cambió de opinión tras escuchar a través de los medios de comunicación las versiones dadas por los organismos de seguridad, las cuales calificó de mentiras.

“Estaba en mi camioneta con un trabajador de la estancia, Rafael Isis Medina. Estábamos cruzando el río Aquidabán porque ibamos camino a Pedro Juan Caballero, cuando al llegar hasta la otra orilla, veo a seis personas vestidas con ropa camuflada, y en sus uniformes pude divisar las siglas ACA. Mi acompañante pensó que eran militares, sin embargo yo no. Entonces, retrocedo la camioneta y le digo que huya, que se tire al agua y yo hago lo mismo. Paso a la parte trasera de mi camioneta y me tiro al río”, recordó Edwards.

En ese momento, los criminales empezaron a efectuar disparos, pensando que él se encontraba detrás del conductor. Efectuaron alrededor de 25 disparos con la intención de matarlo, afirmó. “Pensaron que el que se arrojó al agua era un guardaespaldas, por ello no me siguieron. Cuando se escucharon los disparos, los funcionarios de la estancia comunicaron el hecho a un grupo de ocho militares que se encontraban dentro del establecimiento, a quienes se les ofreció motocicletas para llegar rápidamente hasta el lugar de los hechos, pero los mismos se negaron ir a auxiliarnos”, aseguró el administrador durante unaconversación telefónica.

Nunca llegaron a ayudarlo. Estuvo dos horas solo en el agua aguardando ser auxiliado. Su acompañante logró salvarse porque nadó lo más rápido que pudo y se fue bastante lejos. Luego de dos horas llegó el Coronel Eric Salinas y su equipo. Edwards indicó que un día antes del hecho le informaron que los miembros de la ACA estaban por su zona, pero que ni siquiera se tomaron la molestia de reforzar el lugar.

Por otro lado, desmintió que haya sido extorsionado para pagar alguna suma de dinero. Sostiene que querían asesinarlo porque, según datos que maneja, querían desestabilizar la empresa con su muerte.

Muy triste, el administrador de la estancia, ubicada en la localidad de Cuero Fresco, departamento de Concepción, confirmó que debido a la falta de seguridad que existe en la zona, no le queda de otra que dejar el cargo que ocupa hace nueve años. “Yo sé que si me vuelvo a ir me van a matar y primero está mi vida, ahí el problema es que no tenemos seguridad... No se hace nada”, enfatizó.

Mencionó que las autoridades siempre los llaman para reuniones, pero que en la zona no ven resultado alguno. Justamente este viernes se reúnen nuevamente con representantes de la Asociación Rural del Paraguay (ARP). “Se gastan millones de dólares para los militares, pero no hay resultados, ese dinero bien se hubiese invertido en proyectos sociales, como construcción de puestos de salud  escuelas, entre otras cosas”, reclamó la víctima del ataque.

Por otro lado, indicó que la estancia emplea a unos 150 empleados y que la mayoría es de la zona. Estos tienen cobetura médica del Instituto de Previsión Social y ganan más que el sueldo mínimo, expresó. También han invertido en proyectos sociales como construcción de escuelas y pago a maestros, por ello es que dijo no entender qué es lo que busca este tipo de grupos criminales.

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