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Reluciente y restaurado luce hoy el cañonero Humaitá (C2) luego del trabajo de reparación que llevó a cabo la Dirección del Material (Dirmat) de la Armada Paraguaya durante cinco meses. Por ende, en la fecha, fue botado, es decir, regresó a las aguas tras la culminación de dicho proceso.
“Después de todas las pruebas de estanqueidad, -básicamente ya no filtra el agua- ahora se quita este buque, se pone en un lugar donde se va a seguir trabajando y se va a tratar de maniobrar para que pueda ingresar el cañonero Paraguay para las mismas condiciones”, explicó Luis Vera, capitán del navío, informó Romina Cáceres de ABC TV.
Indicó que la primera parte del proceso refiere a la flotabilidad del buque y que luego formarán un equipo para el museo. “Hacer un museo no es solo cargar cosas antiguas, sino que requiere todo un trabajo de museología, de manera a que en corto o mediano plazo la ciudadanía pueda estar disfrutando de esto que marcó la historia del Paraguay”, puntualizó.
Recordó que, tras un acuerdo con la Municipalidad de Asunción, se habilitó en la bahía un museo por un tiempo, hasta que notaron que las condiciones de seguridad ya no eran propicias para las visitas. “Llegamos a recibir 48.000 personas”, subrayó.
El cañonero Humaitá, que ahora regresa al agua, y el Paraguay, que ingresará al proceso de reparación, fueron construidos en el astillero Cantieri Navali Odero Terni, de Génova, Italia, y diseñados por el teniente primero de marina José Alfredo Bozzano Baglietto.
“Estos dos buques son el resultado de una visión estratégica del entonces presidente Eligio Ayala cuando los nubarrones de la Guerra del Chaco se avecinaban, él vio eso y concreta un guardamarina José Alfredo Bozzano Baglietto, lo envía a estudiar a Estados Unidos. Se va el capitán y se recibe como arquitecto naval, ingeniero naval y máster en ingeniería aeronáutica y su tesis se basa en la construcción de estos cañoneros. Termina su tesis con honores, este proyecto viene, le presenta al presidente y este le ordena a Bozzano que se vaya a Europa para construir”, recordó.
Agregó que primero fue a Inglaterra, donde no quisieron hacer las máquinas, luego a Alemania y el resultado tampoco fue positivo. Finalmente, logró a través de la firma de un tratado que fueran construidos en Italia bajo la dirección del capitán Bozzano.
Ambos estuvieron listos en 1930 y entregados en mayo de 1931 en Buenos Aires, Argentina. De esta manera, realizaron su entrada triunfal en la bahía de Asunción el 5 de mayo de 1931, cuando fueron calificados como las máquinas más modernas de esa época. El presidente de la República, José Patricio Guggiari, decretó feriado nacional.
Así, cuando estalló la contienda de la Guerra del Chaco (1932-1935), se convirtieron en los buques más significativos de la Armada Paraguaya durante la Guerra del Chaco (1932-1935), en la tarea de transportar a las tropas y materiales bélicos.
El cañonero Humaitá habría llevado a 62.546 combatientes hasta Puerto Casado en 84 viajes y el buque Paraguay transportó 51.867 soldados al mismo destino en 81 expediciones. Entretanto, en su retorno trajeron a prisioneros y soldados heridos. Estas máquinas contribuyeron principalmente al dominio del Río Paraguay durante el enfrentamiento.