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Katia Uemura, fiscal encargada de la investigación del asesinato de las hermanas Adriana y Fabiana Aguayo, de 22 y 28 años respectivamente, informó que las mujeres dejan cinco niñas huérfanas. Ambas fueron secuestradas ayer de su domicilio, en el barrio Obrero de Pedro Juan Caballero, donde residían con sus hijas. El hallazgo de los cuerpos calcinados de ambas se produjo esta mañana dentro del vehículo que habría sido utilizado para raptarlas.
Según reconoció la agente del Ministerio Público, aunque aún se manejan sólo versiones extraoficiales, hay dos aristas del caso que podrían indicar que el homicidio tiene como trasfondo el narcotráfico: el hallazgo de un kilo de marihuana en la camioneta de una de ellas en su domicilio y el hecho de que una de ellas -Adriana- habría estado recibiendo amenazas de su expareja, de nombre Juliano Pereira (39), que se encuentra en prisión en Ponta Porá por tráfico de estupefacientes.
Pese a esto Uemura señaló que en esta etapa de la investigación “por no tener una base cierta, no se puede afirmar nada. Son muchas versiones, como que eran mulas o que pasaban información”.
Indicó además que pudo conversar con la madre de ambas, quien informó que se dedicaban a la compraventa de vehículos y aseguró desconocer porqué sus hijas fueron asesinadas con tal saña (decapitadas y quemadas), aunque percibió que no le dio todos los detalles. “No aportó mucho, eran respuestas evasivas. Hay que recordar que en zona de frontera por más que se sepa no va a decir, es muy delicado, por el temor. Ahora ya va a primar su integridad y sabe a qué se expondría”, indicó en conversación con radio ABC Cardinal.
Agregó que según la Policía Nacional, las hermanas asesinadas no cuentan con antecedentes en nuestro país, y que ahora ya solicitó los mismos datos a la Policía Federal brasileña. Informó además que pidió apoyo de agentes especializados en antisecuestro considerando la complejidad del hecho.