¡Hasta 700% de sobrecosto!

La Dirección de Encuestas, Estadísticas y Censos (DGEEC) suma otro capítulo al despilfarro de dinero evadiendo órdenes de austeridad que alguna vez se habían dado. Ahora, la entidad compró tabletas que ni siquiera tienen marca a precios exorbitantes.

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En noviembre del año pasado, la directora de Censos, Elizabeth Barrios, firmó un contrato para comprar 58 tabletas de 10 pulgadas a G. 4.248.000 cada una y una tableta de 7 pulgadas a G. 3.048.000. Por el lote de 59 dispositivos, el Estado, a través de esta entidad, gastó G. 249.432.000.

El precio sería aceptable si se ajusta a los precios del mercado. Pero no es así. El contrato especifica que las tabletas no tienen marca y son genéricas (OEM), importadas desde China y vendidas por la empresa HandruG Ingeniería, cuyo representante legal fue Hugo Benítez Peralta, según especifica el contrato firmado en setiembre pasado. El número de registro de la licitación es 316.371.

La tableta que compró Censos no tiene marca. Se la conoce como genérica, del tipo “OEM”, que tiene componentes provistos por diferentes empresas. En el proceso de Censos exigió que por ejemplo las tabletas tengan un procesador de 1,2 GHz, RAM de 1 GB y memoria de 8 GB, además de un sistema operativo Android Kit Kat 4.1.

El precio de la tableta de 10 pulgadas de este artículo en el mercado ronda los US$ 100 (G. 585.000) y, en el caso de la de 7 pulgadas, US$ 50 dólares (G. 293.000). Así, Censos compró una tableta con un abismal sobrecosto del 726% en el caso de las 58 tabletas de 10 pulgadas y del 1.043% en el caso de la tableta de 7 pulgadas.

Tres empresas presentaron las ofertas en un proceso que ganó HandruG, que propuso, increíblemente, la oferta más baja. Las otras dos fueron “Distribuidora MyC”, que ofertó por las tabletas genéricas de 10 pulgadas G. 4.507.000 y la de 7 pulgadas, G. 3.320.000. La empresa Sistenet ofertó tabletas de la marca AOC: la de 10 pulgadas a G. 4.800.000 y la de 7 a G. 3.500.000.

Censos, que depende de la Secretaría Técnica de Planificación, compró también a través de un proceso de compra directa 340 chalecos a G. 86.330 cada uno vendidos por la empresa Guaindupar S.A. Seguridad Industrial. Los quepis costaron G. 21.000 cada uno y fueron vendidos por la empresa Yuty y los maletines, que fueron vendidos por la empresa Sensicred, a G. 75.000 cada uno.

No pasó ni un año de una orden de austeridad que provino de la STP para censos en el recordado caso de la "comida de oro". En 2016 se conoció que en el año anterior el ente aceptó comprar una bandeja de chipa guasu a G. 162.500 y una de sopa paraguaya a G. 150.000. La medida de la bandeja era de 40 centímetros de largo por 30 de ancho. La DGEEC compró bocaditos en bandejas de 100 unidades a G. 300.000. Un buffet compuesto por menú, guarnición y postre lo compró a G. 85.000 por persona. El litro de jugo natural le costó a este organismo G. 40.000. La chipa, G. 30.000.

En ese entonces, las autoridades habían dicho que estaban “atadas” por las ofertas que las empresas presentaban y, por más de que los costos eran elevados, no tenían opción porque dentro de las altas ofertas elegían los precios más bajos. De más está decir que muchas empresas se ponen de acuerdo para ajustar los precios y vender a precio muy elevado sus productos a los entes.

En contacto con ABC Color, Elizabeth Barrios dijo que los documentos de la compra están en regla y que las tabletas se compraron para mejorar el proceso de recolección de datos de las empresas.

La directora de Censos manifestó que la compra se ajustó al proceso de llamado y las especificaciones técnicas. “Hay un comité que evalúa”, indicó, aunque no supo explicar el por qué de la enorme diferencia entre precio de mercado y el precio de la adquisición de las tabletas por parte de la DGEEC.

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