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El martes pasado, el director del Museo del Ministerio de Defensa, Cnel. Roberto Olmedo, contactó con Arnoldo Wiens para comentarle sobre la incesante búsqueda del nieto del capitán Carmelo Peralta, Carlos Peralta, y su posible hallazgo de los restos de un avión de guerra boliviano.
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Ubicaron el lugar exacto en un predio en la zona de Florida, Chaco, donde se estaban realizando trabajos para cambio de uso de suelo de ganadería, comentó Wiens. Entonces, coordinaron el viaje con el propietario del terreno y ayer volaron hasta allá.
El senador comentó que viajó con Carlos Peralta y una comitiva de colaboradores. Relató que viajaron en motocarga y en tractor, hasta llegar hasta un lugar donde se está haciendo un tajamar y tanque australiano y, a 100 metros de éste, se encontraron con los elementos que pertenecían a un avión de guerra boliviano.
Para corroborar su autenticidad, Wiens comentó que contactó con el historiador Antonio Sapienza, quien tras ver las fotografías confirmó que eran restos de un Curtiss-Wright CW-C14R Osprey, que había sido pilotado por los bolivianos mayor Rafael Pabón y el sargento Mario Calvo como artillero. Ambos fallecieron luego de que la aeronave fuera derribada durante un enfrentamiento.
“Era un avión que realmente tenía un potencial mucho más grande que los nuestros durante la guerra”, afirmó Wiens, puesto que contaba con una ametralladora fija y otra móvil y era conocido como un “caza bombardeo”.
De acuerdo a lo que indican los historiadores, el 12 de agosto de 1932, un avión comandado por Carmelo Peralta y el teniente Rogelio Etcheverry estaba en medio de una misión de reconocimiento en la zona cuando fue atacado por el Osprey boliviano. Wiens agregó que Pabón y Calvo atacaron a los compatriotas porque los vieron como una presa fácil, pues el avión estaba en tierra.
Peralta y Etcheverry reaccionaron y se inició una persecución aérea que terminó con el derribo del avión boliviano. “Varios intentos tuvo el boliviano de derribar al avión paraguayo que huía en zigzag, como indican los manuales (…) Pero finalmente (el Osprey) quedó en la mira del teniente Etcheverry por algunos segundos, lo cual bastó para que sea derribado. Se ven perfectamente las perforaciones de la ametralladora”, comentó el senador.
Los restos posiblemente sean primeramente derivados al museo que está en la zona del fortín Nanawa, que representa a un sector muy afectado por el mayor Pabón. “Es un símbolo importante de lo que ha sido la crueldad de la guerra”, expresó.
Por otra parte, el senador recordó que en 2016 también se había hallado los restos de un avión Potez 25TOE serial 13, que usó el Ejército paraguayo en la guerra contra Bolivia. Este descubrimiento se situó en el área de Cañada El Carmen, donde se había librado la recordada batalla de El Carmen en 1934.