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Cerca de la 20:00, un grupo de ciudadanos que se encontraban realizando caminatas en la zona del Parque Guasu de Luque se percataron de la presencia de la enorme kuriju cerca de una de las lagunas. Federico Heisecke, uno de los testigos, relató que él iba detrás de la primera joven que vio a la serpiente y gritó del susto.
Contó que un numeroso grupo de personas se congregó para ver a la serpiente y tomarle fotos, pero sin acercarse mucho, por temor, mientras el animal aparentemente dormía. “Parecía que recién comió algo y estaba descansando”, añadió para ABC Color.
Ante el temor de que sea peligrosa, decidieron dar aviso a los guardias, pero según relató Heisecke, los mismos tomaron como una broma la situación y dijeron que es normal que esa especie sea vista en esa zona. “Dijeron que ya era la mascota, en forma burlona. A mí no me pareció nada simpático porque es peligrosa”, consideró.
No es la primera vez que un ejemplar de esta especie es vista en la zona, pues ya en varias ocasiones técnicos del ahora Ministerio del Ambiente (ex Seam) rescataron a serpientes que anidaron en el Parque y las trasladaron a otras zonas más seguras.
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Cabe destacar que este tipo de reptiles se alimenta generalmente de pequeños mamíferos y aves, como ratones, aperea y palomas. La anaconda amarilla se encuentra clasificada en la categoría CITES II por Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.
El Ministerio del Ambiente pide a la ciudadanía no herir ni matar a esta especie, sino solicitar su rescate, ya sea vía telefónica o por las redes sociales. Estas especies no atacan a los seres humanos, pese a que existen leyendas de que lo hace.
Para reportar el hallazgo de este tipo de animales la ciudadanía puede comunicarse con el Mades al 021-287-9000, a las Direcciones del Ambiente de los Municipios locales, la Policía Nacional
o incluso con Bomberos Voluntarios del Paraguay.