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El hallazgo lo realizó Pablo Oliveira, un pescador, en las orillas del lago Itaipú, en la zona denominada Pira Pytá, el pasado 9 de mayo. Sin conocer qué era el artefacto, recién ayer se acercó a la Policía.
El explosivo consiste en un tubo de metal de unas dimensiones de 60x12 cm con una mecha para detonarlo de aproximadamente 15 cm. Se cree que pertenecería al PCC, ya que sus integrantes habrían utilizado el lago Itaipú para su huida hacia la ciudad vecina de Itaipulandia, donde fueron abatidos y detenidos varios por parte de la Policía Federal del Brasil.
Precisamente por eso, luego de este hallazgo se comunicó a la fiscala Denise Duarte, que está encargada de la investigación del megaasalto a la sede de Prosegur.
“Por el tamaño que tiene y por su colocación en el tubo de metal, es porque sería para derribar algo grande”, indicó un agente oficial consultado sobre el explosivo hallado, sin descartar que pudiera utilizarse tanto para acceder a la sede de Prosegur o bien para cubrir la huida.