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El marinero de 26 años formaba parte de la tripulación del remolcador Patricia M y se encontraba en la travesía hace aproximadamente un mes, informó el capitán Rosalino Gómez, tío del fallecido. El cuerpo fue hallado en aguas del río Paraná en la ciudad argentina de Rosario. Lo encontraron unos pescadores, que alertaron a las autoridades que ya estaban en proceso de búsqueda. Se convocó a los familiares y el padre del marinero, capitán Elvio Gómez, acudió hasta el lugar, donde reconoció el cuerpo de su hijo.
La última vez que la familia tuvo contacto con Diego Gómez fue a las 00:29 del pasado miércoles 1 de mayo, cuando estaba interactuando a través de un grupo de Whatsapp con un primo suyo; luego ya nada se supo de él, informó el capitán Rosalino Gómez.
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La familia, así como toda la marina en general venía emprendiendo la búsqueda del joven desde el primer día de este mes. La versión que se manejaba era que el joven había desaparecido en aguas del río Paraná a la altura de la ciudad de San Lorenzo, provincia de Santa Fe, pero se desconocían las circunstancias en las que el marinero cayó al agua.
Según informan en la página de Facebook del Centro Gremial de Marinos Mercantes, en las primeras horas del día del trabajador, se comprobó que el tripulante había caído al agua, por lo que se activó el sistema de emergencia y los protocolos de seguridad correspondientes de la compañía naviera.
Incluso embarcaciones de la Prefectura Naval Argentina se abocaron a las tareas de búsqueda del joven.
Finalmente, en la tarde de este sábado se dio el hallazgo.
Según expresó a ABC Color el capitán Rosalino Gómez, tío del fallecido, la familia no está convencida con la versión dada por el capitán Luis Alberto Fernández, quien dirigía la embarcación en la que trabajaba su sobrino.
Según el familiar, el capitán del barco les dijo que el joven simplemente se levantó en plena madrugada y se arrojó al río, versión que a ellos les parece sin sentido.
Además, el tío mencionó que tanto el capitán como los tripulantes se pusieron de acuerdo para dar este relato, pero cayeron en algunas contradicciones. “Dijeron que mi sobrino les había entregado su celular antes de tirarse, y al final, nadie tiene ese celular, no aparece. Además, un día después de que mi sobrino desapareció, cuando ya lo estábamos buscando, el celular seguía encendido y luego se bloqueó. Todo es poco creíble”, expresó Gómez.
El capitán también denunció que se violaron protocolos de seguridad que son obligatorios en la marina en este tipo de percances, como por ejemplo, que la tripulación no se debió haber movido del amarradero donde desapareció el joven, en el kilómetro 458 del Puerto San Lorenzo, hasta que se lo encuentre o cese la búsqueda. Sin embargo, denunció el tío, la embarcación salió del lugar unas horas después de la desaparición del Diego Gómez.
El capitán anunció que la familia encontró “algunas evidencias”, pero aún no puede revelar de qué se trata, por recomendación del su abogado.
No obstante, Rosalino Gómez aseguró que pondrán una denuncia ante el Ministerio Público y exigirán una investigación para conocer en qué circunstancias perdió la vida su sobrino.
Diego Gómez tenía 26 años y deja a un hijo de 6 años. El cuerpo está en proceso de ser trasladado a nuestro país, específicamente al barrio Pa’i Ñu de la ciudad de Ñemby, donde reside la familia.