Cargando...
En conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, el portal Terra publicó una entrevista hecha a Julio César Franco, periodista de la comunidad campesina de Luz Bella Norte.
“La persecución a las radios comunitarias, a través de restricciones técnicas y económicas, y de las agresiones y amenazas a comunicadores, suponen un límite a la libertad de prensa en Paraguay”, dijo a la agencia Efe el comunicador.
El periodista denunció que los trabajadores de las radios comunitarias son víctimas de persecuciones, agresiones y constantes amenazas. Asimismo, afirmó que no existe ningún protocolo de seguridad para los encargados de informar en zonas controladas por el narcotráfico o el negocio de la soja.
En la entrevista, el comunicador compatriota destacó que las radios comunitarias de nuestro país son objeto de una censura "disfrazada de legalidad", a través de las restricciones técnicas y económicas que les imponen con leyes. Entre ellas, citó la prohibición de recibir apoyos económicos para sostenerse, al igual que la limitación en el alcance de estas emisoras y en la calidad de sus equipos de sonido.
Sin embargo, Terra menciona que las leyes locales obligan a estas emisoras a pagar impuestos por licencias para la transmisión, por uso del espectro radioeléctrico, y por la inspección técnica de los equipos, como si fueran radios comerciales.
“Franco también denunció que la censura y persecución a estas radios, unidas a la concentración de medios en pocos propietarios, abren un camino para acallar a la gente y silenciar todas aquellas noticias contrarias a los intereses de los grupos que ostentan el poder, dejando a la libertad de prensa en agonía en el país”, destaca el medio digital de noticias.
En la nota también se habla de un informe sobre la libertad de prensa que fue presentado por la organización Reporteros Sin Frontera. En este documento se habló también de las agresiones contra radios comunitarias y la concentración de medios en el Paraguay.
Finalmente, destacan la cifra de 17 periodistas paraguayos asesinados desde la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner y la mayoría de esos casos siguen sin resolverse.