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La agrupación de guardabosques explicó que la muerte de Bruno Chevugi es un reflejo de la constante amenaza a la que se enfrentan las áreas protegidas en el país, en un comunicado divulgado hoy a la prensa.
“Lo ocurrido en la Reserva Natural del Bosque Mbaracayú, es la demostración palpable de la vulnerabilidad de las áreas (protegidas) y la confirmación de la inseguridad de las personas que trabajan en el lugar”, detalla el escrito.
Las áreas protegidas se enfrentan a diversas presiones, incluyendo la de los traficantes de rollo, plantaciones ilegales de marihuana, campesinos invasores, ventas de tierras irregulares, cultivos de soja que no respetan la zona de protección, entre otros.
Por esta razón, la asociación solicitó al ministro de la Seam, Heriberto Osnaghi, la declaración de emergencia, aclarando que los guaraparques ya no pueden “cumplir con su rol específico y al mismo tiempo enfrentarse con grupos mafiosos organizados”.
“Esperamos que la muerte de Bruno Chevugi, no sea un caso más de los que quedan en el olvido, no sabemos si los responsables son cazadores furtivos, cultivadores de marihuana, carperos, solo sabemos que son asesinos de una preciosa vida, y si no se toman medidas rápidas y efectivas, esto puede ser repetitivo”, destaca el comunicado.
La organización reiteró el pedido generalizado de “justicia” y reconoció a Chevugi como “ejemplo de vida heroica, de dedicación al cuidado y defensa desinteresada del bosque, que fue su hogar, su alimento, su trabajo y forma de vida”.
Expresaron también su apoyo la moción de declarar la fecha del 7 de febrero –fecha en que Chevugi fue emboscado y asesinado por un grupo de desconocidos– como Día Nacional del Guardaparque.
“Bruno Chevugi, que tu muerte no sea en vano y haga sacudir la conciencia política dormida del país y puedan despertar con una mirada más comprometida para defender los recursos naturales, culturales e históricos que nos quedan”, concluyó el escrito.