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Víctor Acosta, representante del gremio, mencionó que como gráficos no están en contra de la implementación de la tecnología, sin embargo no cuentan con el capital para reconvertir sus pequeños negocios en imprentas de otro tipo de materiales, que hasta ahora es la única propuesta de las autoridades para los trabajadores de este sector, que si dejan de producir los trimbrados como lo vienen haciendo, se verán grandemente afectados. “Somos 800 imprentas habilitadas para hacer timbrados, algo así como 50.000 gráficos (…) que tenemos familias, quiere decir que vamos a ser más de 100.000 personas afectadas” subrayó Acosta.
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El reclamo puntual de esta agrupación es que las autoridades piden la implementación inmediata de esta nueva tecnología sin prever los efectos que tendrán en la economía del sector y sin haber establecido acciones para ayudar a los gráficos en la transición a la producción de otro tipo de materiales. Piden que se mantengan las opciones de facturas impresas a la par de las facturas electrónicas y que el Estado los ayude a costear los gastos de la adecuación de sus maquinarias para imprimir otros productos.
“Muchos de nosotros estamos endeudados porque nos pidieron adecuar nuestros equipos a las nuevas tecnologías, ahora quieren que hagamos otro tipo de impresiones. No podemos con esto, sino tenemos capital, si no nos ofrecen créditos blandos para costear el cambio”. concluyó.