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Comentó que los controles de productos que ingresan al país de manera ilegal corresponden a aquellos de primera y segunda necesidad, a lo que se suma la incautación de vehículos.
Pese al golpe de G. 62.000 millones para contrabandistas el año pasado, aún queda mucho por hacer para vencer al flagelo, subrayó Aguilera, en comunicación con 780 AM.
En otro momento, expresó que se sienten esperanzados que mediante el trabajo coordinado con varias instituciones del Estado se pueda combatir más efectivamente al contrabando.
La caída del valor del peso argentino frente al guaraní genera el ingreso masivo de productos de contrabando, que se comercializan casi en cada esquina de las zonas urbanas del país, especialmente en el departamento Central.